[Único]

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Esta idea es una idea, probablemente le agregue una parte más, mas adelante.
Besis.

En fin, felices por mis Bichitos, su interacción y sus cumpleaños.

Y este one-shot está basado en el tema de que Lamine se casará más joven que Fermin sjsjsjs. Intento de mero humor.

🌻🐛









No lo podría permitir, bajo ningún sentido eso podría ser posible. 

Fermin llevaba pensado en eso durante más de dos meses, de ninguna manera Yamal podría casarse antes que él. Sería un homicidio al amor, una puñalada a sus deseos de ser esposo y engendrar pequeños Bichitos, sí, ya sabe que si quiere todo eso necesita de una pareja. ¿Pero quién necesita una pareja con amor? No, él no. 
Pero después de todo, capaz y Yamal tiene razón. El chiquillo era agradable y todo lo que un chico pueda desear, en cambio... él era malhumorado. No tanto como su amigo Gavi pero malhumorado después de todo. 

¿A qué va todo esto? No nos confundamos, él no está enojado porque Lamine haya dicho esto, él está enojado porque han pasado 2 meses y no ha conseguido novio para casarse. Es más, no le gustaba ningún hombre... ¿cómo podría casarse antes que Yamal? Y ojo, debía apurarse. 
A Lamine le quedaban dos años para ser mayor, él ya estaba por los veinte. 

Y así constantemente Fermin desvía de tema, todo mientras su ceño fruncido se concentra en una pared azul y grana. Iñigo lo observaba en silencio, siempre lo hacía. Fermin tenía ese algo que llamaba su atención, nunca lo tuvo con alguien más pero con él si.

—Sabes que si solo lo miras no te hará caso y menos te pedirá matrimonio. —Lamine, el causante del estado de total estrés de Fermin le dijo a Iñigo. Ambos suspiran, el jovencito de tez oscura había hecho de todo para ayudar a Iñigo e incluso el mismo vasco ha hecho de todo para que Fermin capte sus indirectas. Sus propuestas de salir o intentos de acercarse más, pero tal parece que Fermin estaba sumergido en otra cosa. En otro mundo, en uno donde no estaba al tanto de la presencia de Iñigo. 

—No se que más hacer, le he dejado notas pero estas terminan siempre cayendo cuando saca su mochila del casillero. Gavi intenta dárselas pero él no lo escucha, hace meses que está así. Yo le hablo y no me presta atención, pero siempre escucha al resto, le brinda un pedazo de su tiempo pero a mi no. 

Las quejas de Iñigo eran divertidas para Lamine, él con cero experiencia en amor estaba dándole consejos amorosos a uno de treinta y tantos. Sin duda era un buen entrenador. 

—¿Y si se lo dices de frente? Digo, puedes decirle: Fermin me gustas. —Yamal lo hizo sonar tan fácil. Entonces Iñigo se levantó, fue hasta donde estaba Fermin y habló. 

—Fermin, me gustas... 

—¿Eh? ¿Me has hablado? Estaba con los auriculares puestos, ¿qué has dicho? 

Yamal se rió cuando vio los hombros de Iñigo decaer, sabía que el mayor tampoco se daba cuenta de que Fermin tenía los auriculares puestos. 
Lamine se levantó y fue a recoger sus cosas, no le interesaban esas cosas tontas. Él solo quería ayudar cuando dijo a Fermin en ese video que él se casaría primero, pero tal parece que traumó a su amiguito. 


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Fue el tercer mes después del video grabado en donde Fermin se dio por vencido, estaba jodido. A unos días de su cumpleaños, a pocos días de cumplir 21 años y bueno... Lamine seguía con 16 pero vamos, cada día faltaba menos y él se estaba arrugando como una pasa. 

Camino de forma decaída hacia la puerta de su humilde morada, porque alguien ha interrumpido su hora de hundirse en la miseria. Sí, ya sabe que dramatiza todo, pero no era su culpa, su corazón era sensible. Ser dramático venía de eso. 

Disculpa, ¿me firmas estos papeles? [Bichitos] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora