¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estar en una preparatoria rodeada de adolescentes inoportunos y desenfrenados a actuar por la testosterona y las hormonas era un lugar perfecto para que no hubiera paz entre los pocos estudiantes.
Exceptuando por Utahime, era una de las pocas personas que disfrutaba del silencio y la tranquilidad. La mayoría del tiempo.
La jóven novicia observó a su lado a la chica de largo cabello oscuro leyendo una revista del centro comercial. Se veía tan concentrada.
Ambas en el césped de la escuela disfrutando del sol por unos minutos.
—¿Qué sucede?
—¿Eh?
Utahime guió sus ojos hacía ella.
—Me llevas mirando por más de cinco minutos, ya me pones nerviosa.
—Discúlpame— se lamentó bajando la vista a su regazo donde estaba su libro de estudios abierto.
—Oye, Momoka. Jamás eres tan penosa conmigo, ¿sucede algo?— se enderezó para verla mejor, fue extraño ver como la chica ocultaba su rostro tras su largo cabello.
—Utahime, ¿puedes ser sincera?
—Claro que sí— afirmó con dureza.
—¿Porqué soy tu amiga?... ¿No te aburres de mí?
La jóven Iori quedó pasmada en su lugar, impresionada de que su mejor amiga dijeron algo así tan de repente. La notaba extraña desde hace unos días, más callada y ahora que la veía mejor... triste. Una ira incontrolable invadió a la estudiante de coletas sueltas.
—¿Alguien te dijo algo? ¿Te volvieron a molestar? ¡Dame nombres!
—Utahime— quiso calmarla pero era como ver aún chihuahua rabioso—. Esta bien, te lo diré, pero no hagas un alboroto.
Eso pareció calmarla por que se quedó en silencio mirándola con total atención a que continuará.
—El otro día nos hicieron tener un combate en pareja cuerpo a cuerpo para mejorar nuestros reflejos. Me tocó con un chico y la verdad es que hablaba mucho, pero yo solo quería aprender a mejorar y él quería tener una cita, no dejaba de parlotear. Y cuándo se dió cuenta que no quería una cita me dijo...— tragó con dureza como si le doliera— . Que era muy callada y me preguntó si tenía amigos, que posiblemente él no podría ser mi amigo porque se aburriría— su mirada decayó a sus manos sintiéndose muy tonta y apenada de verse afectada por lo que un tonto pensaba de ella. Pero no podía evitarlo, le había dolido y más porque la única amiga que ha tenido en su vida es Utahime.
Y hablando de ella, no se le escucho decir nada al respecto. Curiosa Momoka alzó la mirada para verla sintiendo un escalofrío, una mirada oscura y sombría estaba en su rostro. Temblaba, como si estuviera conteniendosé y había cierto tic en su ojo derecho.
