Rowan, Rory, Ron...

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OLIVIA

—Pero mami, no tengo sueño— Rosie hizo un intento por escapar de la cama, pero la atrapé entre mis brazos antes de que logrará su cometido.

—Es tarde, cariño, tienes que descansar— en cuanto volteé a verla a la cara tenía esa mirada de cachorrito a la que no me podía resistir— No me mires así, no voy a cambiar de opinión—.

—No quiero dormir—dijo seria.

—¿Qué pasa Rosie?... ¿Tal vez quieres dormir conmigo?— últimamente tenía pesadillas por las noches, así que ya era algo común que durmiera conmigo.

—No, ya soy una niña grande— pude ver en su mirada que dudo un poco, pero al final termino negando.

—De acuerdo, niña grande— respondí divertida— Es hora de dormir— la arropé, para finalmente dejar un beso en su frente.

—Mami, ¿me puedes cantar una canción antes de dormir?— asentí con una sonrisa, y me acomodé a su lado para comenzar a cantar su canción favorita.

«Stars shining bright above you

Night breezes seem to whisper "I love you"

Birds singing in the sycamore tree

Dream a little dream of me»

[...]

TAYLOR

Tenía hambre, mucha hambre.

No sé en qué momento se me había ocurrido no llegar a casa a cenar. Pero ahora estaba pagando las consecuencias. Una vez que salí del "trabajo", era demasiado tarde como para que algún lugar estuviera abierto.

Pero claro que, por otro lado, no deseaba encontrarme con mi nueva familia, antes que eso prefería morir de hambre.

Lo que me llevaba a este preciso momento, en medio de la cocina, hurtando en la alacena como si fuese una ladrona. ¡Dios mío! ¿Cómo podía ser esto posible?

Podría haber acabado con la alacena entera, si no fuera por un llanto que me distrajo de mi tarea.

Camine hacia las escaleras, al parecer el ruido provenía de ahí. No iba a mentir, estaba muy asustada, casa vieja, llanto de un niño, rubia y estadounidense, era el combo completo de una película de terror.

Quise encender mi linterna, pero claro, había dejado el celular en la barra de la cocina. Constantemente me quejaba sobre como los personajes de las películas siempre caminaban hacia la oscuridad, cuando era obvio que el asesino estaba ahí, pero justo ahora era exactamente lo que estaba haciendo.

En medio de la oscuridad tomé un portarretrato para tener algo con que defenderme. Mi alma casi abandona mi cuerpo cuando sentí un pequeño cuerpo aferrarse a mi pierna derecha. 

Afortunada o desafortunadamente, no se trataba de ningún asesino, fantasma, o espíritu.

Tan solo era la mocosa.

—¡Carajo!, ¿Cómo se te ocurre aparecer así? ¿No deberías estar dormida o haciendo las cosas que hacen los niños? ¡Mierda! ¡Casi me provocas un infarto!— este era uno de los motivos por los que no me gustaban los niños, aparecen en todos lados de la nada.

—Lo siento mucho, yo...— suavicé mi expresión cuando me di cuenta de que estaba llorando.

Sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas, no sabía qué hacer, pero tampoco podía dejarla así.

Begin Again | Taylor SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora