Begin Again | Taylor Swift

I know

 TAYLOR

Sabía que estaba evitando a Olivia, pero no podía evitarlo. Cada vez que la veía, el recuerdo del beso me inundaba y no estaba segura de cómo lidiar con ello. Había sido un momento de vulnerabilidad que no estaba lista para enfrentar.

¿Era maduro de mi parte hacer algo como eso? Obviamente no, pero era mi única opción hasta el momento. No quería levantar más sospechas, ya tenía suficiente con mamá. Decía que actuaba extraño, y honestamente no entendía a qué se refería, yo era la misma de siempre.

Justo me encontraba preparando el desayuno, cuando mi madre, irrumpió con su característico entusiasmo.

—¡Taylor! Te estuve buscando por todos lados. ¿Qué haces aquí? ¿Todo está bien?

—Claro que si, ¿por qué tendría que estar mal?

—Bueno, cariño sabes que te amo, pero seamos honestas: tú odias cocinar y, además de eso, en treinta y tres años jamás te habia visto preparar el desyuno.

—¡No pasa nada! ¿Por que todo el mundo piensa eso?

—De acuerdo— mamá respondio no muy segura.— En fin, quería pedirte un favor—.

—Lo que sea— incluso yo me sorprendí por mi amabilidad.

—Necesito que vayas a la floristería con Olivia— dijo, con una sonrisa amplia en su rostro.

—¿Qué? ¿Por qué yo?— pregunté, dejando caer una rebanada de pan en la tostadora.

—Tenemos que elegir las flores para la boda y aún faltan muchas cosas por hacer. Y creo que sería una buena oportunidad para que pasen tiempo juntas— respondió mamá, sin dejarme opción a réplica.

No podía negarme. Después de todo, era la boda de mi madre y quería que todo fuera perfecto para ella. Pero la idea de pasar tiempo con Olivia, después de lo que había pasado, me ponía nerviosa. No habíamos hablado del beso y la incomodidad colgaba en el aire. Sin embargo, sabía que no podía seguir evitando el asunto para siempre.

—No creo que ella acepte, puedo ir yo sola, no tengo problema con ello—.

—Oh, cariño. No te preocupes, ya lo hablé con ella, está feliz de ir contigo— claro que sí. Me costó ocultar mi incomodidad.

—Bien, iré a buscarla—murmuré, resignada.

—Ella no está en casa— de inmediato me giré a verla.

—¿Que? ¿Y dónde está?

—Bueno, cariño, eso no lo sé.

—¿Y por qué no le preguntaste? Ni siquiera conoce el pueblo.

—Eso no es técnicamente cierto. Hace unos días salimos de paseo, incluidos tus hermanos. Creo que ya conoció gran parte.

—¡¿Por que nadie me dijo nada?!

—Fue algo improvisado. Ademas Olivia dijo que no te sentias muy bien. 

—Fue algo improvisado. Además, Olivia dijo que no te sentías muy bien.

Oh, así que era eso lo que quería ese día, vaya idiota que era.

—¿Y el desayuno?— preguntó cuando me vio salir de la cocina.

—¡Ya no tengo hambre!—.

OLIVIA

Una semana había pasado desde el beso con Taylor, y la rubia había encontrado mil maneras de evitarme, y aunque entendía que necesitaba tiempo, eso no hacía que fuera menos frustrante.