Aquella habitación

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Finalmente paso alrededor de una semana y Joseph logro estar totalmente en buenas condiciones, es por ello que viajamos en barco en dirección a Seattle. Fuimos bien alimentados procurando no acercarnos a los otros pasajeros por peticion de Joseph, era difícil no lo podia negar, ya que teniamos demasiado cerca a muchos humanos, pero cada vez que lo necesitabamos nos escondiamos en una cabina alejada, no era muy agradable, pero era mejor a estar en un avion lleno de humanos sintiendo sus aromas en frente de tu cara, a varios metros de altura sin poder escapar.

Joseph era el más entusiasmado por este viaje ya que tenia curiosidad por conocer a aquella vampira llamada Alice con quien lograba tener esa extraña conexión. En cambio Mike, viajaba con un poco de mal humor, pero sin soltarme de la mano durante todo el viaje lo que calmaba un poco mi nerviosismo ante la proxima presencia de los Cullen.

El viaje en barco fue de solo dos dias hasta el continente americano y lo siguiente sería a pie hasta Seattle lo que nos llevaria solo un dia a paso rápido, algo que Joseph insistia en hacer, pero Mike se rehusaba, al final se decidió hacer una pausa en Minneapolis y asi hacer una parada para alimentarse antes de reunirse con otros vampiros.

Aquella ultima noche, Joseph salio a cazar a un bosque cercano mientras con Mike nos quedamos en una hostal a las afueras.

-Te gustaría ver alguna pelicula?-me dijo Mike un poco nervioso entrando a la habitación delante de mi.
-Que pasa?-le dije cerrando la puerta y acercandome a él con preocupación
-A mi nada..-dijo aun nervioso
-Seguro? teniendo reflejos vampirezcos y aun asi se te cae el control?-dije apuntando el control en el suelo.
-si jajaj tienes razon jaja-dijo rascandose la cabeza avergonzado.
-y bien..?
-es que es primera vez que vengo a un lugar asi contigo-dijo girando su cabeza
-como un lugar a..si..-y mire a mi alrededor por primera vez, habia una cama inmensa en medio de la habitación, las luces eran bajas y de color rojo, las paredes tenian decoraciones rojas y en medio de la cama habia una almohada con forma de corazón y dos preservativos en medio de una bandeja-ooh aaa-no supe que mas decir, asi que me calle con vergüenza.

Estuvimos un momento sin mirarnos, hasta que él me tomo la mano haciendo que lo mire a los ojos.

-No fue mi intención traerte a un lugar asi, desde afuera parecia una hostal..normal-dijo un poco incomodo-si quieres nos podemos ir...?

No conocia a nadie mas con quien quisiera estar alli, quien me habia buscado y esperado por mi, quien a pesar de todo me acompañaba en este viaje y me cuidaba en todo momento.

-Quedemosnos aqui-dije y lo bese. Él me devolvio el beso y poco a poco nuestro beso se hizo aun mas desesperado. Lo empuje a la cama, cayendo aun besandonos y provocando un crujido en la cama. Nuestras manos recorrieron nuestro cuerpos y poco a poco nuestras ropas fueron cayendo al suelo hasta que finalmente quedamos totalmente desnudos, él se tomó un segundo para mirarme y con vergüenza me tape un poco el pecho.

-No sientas vergüenza, eres hermosa..

Y me acerque a besarlo, él toco mis pechos y bajo a besar mi cuello mientras dejaba pequeños mordiscos en él, siguio bajando para lamer mis pechos mientras jugaba con mis pezones haciendome gemir sonoramente. Sus manos siguieron bajando hasta llegar a mi vientre, provocando un cosquilleo en mi parte baja, él siguio bajando su mano y finalmente metio un dedo dentro de mi, suavemente, lo saco y esta vez metio dos dedos para posteriormente moverlos dentro de mi y sacarlos y meterlos repetivamente, mientras su lengua besaba mi vientre y el principio de mi entrada. Yo me sentia en el paraiso, mientras con mis manos me sujetaba de las sabanas rasgandolas con fuerza y mis gemidos se escuchaban por toda la habitación. En algun momento él paro saco sus dedos, lo mire y vi la cara mas sexi que habia visto en toda mi vida, él se lamía sus dedos mirandome intensamente. Aquello me prendió aun mas, me separo mis piernas y me miro a los ojos para hacerme aquella pregunta.

-Estas segura?-me dijo a centímetros de mi boca. Su aliento estaba mezclado con el mio, pero aun podia sentir el aroma de su excitación lo que me causaba cierta ansiedad por lo que mordi un poco mi labio para no gemir otra vez, asi que con mi cabeza agutandola respondi un "si".

El rozo suavemente su miembro entre mis piernas y luego en mi parte baja, pero el que gimio esta vez fue él, se fue introduciendo poco a poco, haciendome sentir todo su calor poco a poco dentro de mi, hasta que quedo completamente dentro y comenzo a sacarlo e introducirlo primero suavemente y luego rápidamente y fuerte, yo abrace su espalda casi incrustando mis uñas, mientras sentia como todos mis sentidos eran nublados por el sentir de mi cuerpo y haciendome gemir junto con él. La cama se agitaba junto con nosotros hasta que finalmente cedió y caimos junto con el colchon al suelo, pero no nos importo ya que no paramos de movernos, incluso eso me dio en empujon para girar y yo quedar arriba de él, mientras él tocaba mis pechos junto al vaivén del movimiento, hasta que finalmente mi cuerpo se sintió totalmente electrificado de placer y pude sentir casi como si fuera una explosión dentro de mi haciendome gemir aun mas fuerte y con ello escuchar también el gemido ronco de él.

Aquella noche fue la mas maravillosa de mi vida, o al menos de lo que recordaba. Estuvimos haciendolo muchas veces mas en diferentes lugares, como en el suelo encima de la alfombra, en la pared, la ducha y en lo que quedaba de cama. La sonrisa de él al dia siguiente era difícil de no identificar, yo le decia que dejara de reírse tanto o sería muy obvio lo que habia pasado para cuando vieramos a Joseph, pero casi era inevitable para él y aunque me sentia un poco avergonzada yo también estaba feliz.

Lamentablemente antes de irnos de la hostal antes del amanecer, tuvimos que dejar un buen pago por las cosas quebradas, junto con escuchar un completo reclamo de parte de la recepcionista, Mike en algun momento estaba harto e identifique sus ganas de acabar con ella, las mismas que las mias, pero con un apretón de mano le recorde que habian camaras alli y quedariamos muy expuestos, él suspiro y siguio aguantando hasta que nos dejo irnos aquella molesta mujer. Pero cuando nos pudimos alimentar ya todo mal humor se habia ido y solo quedaba aquel hermoso recuerdo de la noche en aquella habitación de la hostal.

¿Por qué no volviste antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora