Nueva vida

283 21 0
                                    

Me gustaba mi nueva vida, tenia una fuerza increíble y una velocidad alucinante, me hacia sentir poderosa, aunque dentro de mi me decia que algo faltaba y quizas eso que me faltaba era yo misma.

En esta nueva vida habian veces que sentia distintos deja-vu o semi recuerdos, se sentian tan cercanos y a la vez tan lejanos, casi como si estuviera viendo a traves de un vidrio sin poder tocar su contenido. Era una sensación extraña, ver lugares y creer que detras de aquel arbol o aquella puerta hay algo reconocible, pero luego decepcionarme al ver que no es asi, porque quizas estoy en el lugar equivocado o yo soy la equivocada. Lo peor es que no tenia como saber si era una simple sensación o algo vivido ya que no recordaba nada de mi pasado desde mi conversión.

A veces buscaba unos ojos particulares en distintas personas, pero era decepcionante encontrar todo tipo de colores menos los indicados, pero cuales eran los indicados? Algo dentro de mi me decia que cuando los viera los reconocería o eso queria creer, pero porque me llamaban tanto la atencion alguna especie de ojos? No lo sabia y me frustraba. Que es lo que realmente estaba buscando?!

-Bella, ven! Este es tuyo- me desperto de mi ensoñación Sophie llamandome desde la ventana.
-Ya voy!- y me dirigi a velocidad vampirica dentro de aquel edificio abandonado.

Dentro tenian a dos hombres, con uniformes similares, atados a las sillas y totalmente aterrados suplicando piedad, mientras que un tercero yacía en el suelo con el cuello despedazado.

-Por favor!! tengo familia! tengo hijos!-suplicaba uno, mientras que él otro igual de aterrado rezaba en voz baja y algunas lagrimas salian de sus ojos.

Sophie y Laurent disfrutaban de jugar con sus comidas, era algo que compartian con tanta fascinación que parecia ser el pilar de su unión, mientras que yo simplemente me asqueaba de la perversión de sus interiores. Muchas veces quise irme, investigar sobre mi pasado y demostrarles en la cara que podia tener mas que aquella vida de sus juegos sadicos, pero no habia nada, ni recuerdos, ni información de aquel accidente aéreo, ni rastros, era como si todo se hubiera esfumado excepto un par de trozos de la aeronave, mi cuerpo casi moribundo y mi salvador, Laurent, convirtiendome para que no muera en aquel fatidico accidente. Incluso en un principio él me ayudo a buscar sobre mi historia, sobre quien era yo, pero llegamos a lo mismo de siempre, aquel lugar inhóspito en Canadá y mi cuerpo sin antecedentes, era un callejón sin salida. Supongo que debia hacer caso a las palabras que Laurent comúnmente me decia:
"¿Donde mas iras, si no recuerdas nada? somos tu unica familia y estaremos contigo siempre, asi que dedicate a disfrutar esta nueva oportunidad"

Estas palabras siempre estaban dedicadas con cariño, mientras me acariciaba mi mejilla suavemente. Supongo que tenia razón y debia aguantar un poco de desagrado por ellos, al fin y al cabo eran lo unico que tenia, aunque aun no pudiera acallar mi corazón pidiendo mas sobre mi misma, solo debia dejar esos pensamientos muy fondo en mi interior y olvidarlos hasta que se fueran, asi seria completamente feliz con Laurent y Sophie.

Tome el hombro de aquel hombre que rezaba haciendo que chillara de dolor por no medir mi fuerza, lo mire un instante eterno a los ojos y en él pude ver panico, dolor  y finalmente la resignación. Basto solo un segundo para que su sentir se impregnara en mi corazón por lo que decidi una muerte rapida para él, me sonrio triste como ultimo suspiro, mientras que yo mordia su cuello absorbiendo toda su vitalidad. Cuando finalmente termine, empuje su cuerpo directamente al suelo y el fierro de la silla golpio fuerte en el suelo provocando un estruendo y sobre asustando al hombre de al lado quien dio un grito ahogado. Me di media vuelta y sali de ese lugar escuchando aun los reclamos de Laurent por no jugar mas con la comida y los de Sophie por ser una aburrida, pero ya nada me importaba mas, la culpa me quemaba.

Queria caminar eternamente y por suerte las calles parisinas estaban heladas a esas horas de la noche lo que ayudaba a calmar un poco mi rabia interior. Ni siquiera sabia porque estabamos aqui, ni siquiera queria venir, pero Laurent insistia en que me presentaria a una amiga, amiga de la cual se mensajeaba de vez en cuando discretamente, él creia que yo ni Sophie nos dabamos cuenta, pero lo habia notado un dia por accidente. No sabia quien era la famosa amiga ni porque tanto misterio. Incluso desde antes que encontraramos a Sophie él habia insistido y yo me habia negado a venir por culpa de la busqueda de mi pasado, hasta que finalmente sin encontrar nada me había resignado a seguirlo donde me indicaba.

Que era tan importante de aquella amiga que debiamos dejar todo atras por ella?
Cada vez que se lo preguntaba me decia que era una sorpresa, que era alguien de su pasado y finalmente sin mas pistas me mandaba a cazar para que estuviera suficientemente fuerte, pero por mas que seguia su consejo, pasaban los dias y ni pistas de su supuesta amiga habia.

Estaba harta, harta de los juegos absurdos con la comida, de la espera constante, de los secretos de Laurent, de no saber nada de mi misma y de la culpa.. ¡maldita culpa que quemaba mi interior!. Me pare del tejado con vista a la Torre Eiffel y con convicción me aleje de aquella ciudad corriendo, total ni Laurent ni Sophie se acordarian de mi durante varias horas por su juego sadico y yo tendria un momento de ansiada libertad.

Llegue hasta Ruan, una ciudad portuaria a orillas del rio sena y colindante de París. Tenia una vista hermosa y una sensación energizante, sus callejones eran similares a Paris, pero mucho mas tranquilos. Me sente a la orilla del rio, su brisa era refrescante y tranquilizadora, deseaba que la noche fuera eterna, pero sin aviso fui emboscada y golpeada cayendo al suelo sin siquiera alcanzar a protegerme, estaba claro, solo un vampiro era lo suficientemente habil y fuerte para hacer aquello.

Rápidamente me pare del suelo con un poco de dolor en mi espalda y en posición de defensa. Habia sido estupida! cuantas veces Laurent me habia dicho que afuera los vampiros eran hostiles y ahora estaba sola contra aquel vampiro canoso, alto, con ojos miel, espera.. ojos miel?..

-Quien eres?! Porque me atacas?!-grite esperanzada de evitar una pelea y a la vez intrigada por aquel vampiro.

-Es mi territorio, vete de aquí! tu clase no es bienvenida aqui!-grito furioso.

Y antes que pudiera responder corrio hacia mi para golpearme, pero esta vez active mi escudo lo que lo retuvo unos segundos donde estuvo haciendo fuerza un poco sorprendido pero obstinado a que su golpe igualmente me alcanzara, mientras yo aun seguia poniendo aun mas poder en mi escudo con toda mi fuerza. Tenia una imagen de viejo andrajoso, pero a diferencia de su apariencia tenia bastante fuerza. Y de repente un chirrido se escucho y logro romper mi escudo, sorprendiendome, donde rápidamente intente protegerme con los brazos, pero su golpe igualmente me alcanzo, haciendo que su mano por solo un instante alcanzara mi cabeza y senti como un rayo cruzar todo mi cuerpo, como si fuera una conexión con él. Fue tan rapido y fuerte, solo un instante, pero me afecto tanto que cuando me pare de donde habia caido aun me sentia mareada, pero no por el golpe, si no por aquel rayo.

Como pude me pare y lo busque con la mirada, él estaba igual que yo. Que habia pasado?

Él empezo a acercarse caminando medio mareado y tocandose la cabeza como si le doliera, aterrada trate de correr pero mis piernas aun estaban temblorosas, me apoye de los escombros del suelo y como pude trate de caminar.

-Espera!-dijo deteniendose aun con una mano en la cabeza-Bella! te estan esperando!-pare en seco y me gire a verlo sorprendida.

-Como...como sabes mi nombre? y quienes me esperan?

¿Por qué no volviste antes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora