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Shota no es bueno con los regalos y por ello creyó que comprar un peluche y escribir una carta sería suficiente. Se equivocó.

Puede que lleve más de media hora sentado frente a su escritorio, recargando sus manos sobre una página en blanco, pensando y pensando.

Cuando sus amigos propusieron un intercambio de regalos secreto no le disgusto la idea, en realidad se emociono demasiado. Pero a los pocos días lo olvido, y cuando KeeHo le pregunto si ya había preparado su regalo se terminó pasmando al notar el poco tiempo que tenía.

Y no le hubiera importado si la persona a la que le tuviera que dar el regalo fuera KeeHo o JiUng, Shota podría darle cualquier cosa y no pasaría nada. No obstante, era JongSeob a quien le tenía que dar el regalo.

Por una parte había sido fácil, solo tuvo que buscar un peluche de algo que le gustará, pero al no querer que su regalo estuviera tan vacío, se sentó en su escritorio, tomo una hoja blanca y trato de escribir algo.

Sin embargo, Shota no tenía nada que escribir, todo lo que tenía que decir ya se lo había dicho de frente, o bueno, casi todo.

No había nada más que decir, y Shota se estaba quedando sin tiempo, además de que estaba cansado y sus ojos pesaban, no tardó mucho en quedarse dormido, aunque en una mala posición, así que al siguiente día, cuando despertó, ya tenía un nuevo e irritante problema.

A mediodía Shota ya estaba duchado y casi arreglado para salir, el dolor de su espalda se había ido después de haber tomado una siesta en la comodidad de su cama, pero la hoja en blanco seguía ahí, Shota sentía que lo miraba con ojos juzgadores, quizá pedir ayuda sería bueno, no a KeeHo porque el seguramente se reiría y aunque lo ayudaría se la pasaría mucho tiempo riéndose de su poca capacidad para expresarse con palabras. Así que terminó llamando a Theo, el no se rió, solo se asombro un poco luego de que Shota le contara todo lo que estaba sufriendo por ese mugre regalo.

Terminó diciéndole que quizá aquello que no le había dicho a JongSeob de frente sería más sencillo si lo hacía escrito, aunque de todos modos tendría que enfrentarlo después. También le dijo que agregara algo lindo, quizá así a JongSeob le costaría entender el verdadero mensaje de sus palabras. Y bueno, Shota se lo tomó muy literal.

« Gracias por soportarme, y por estar a mi lado sin importar nada. ⊂⁠(⁠・⁠﹏⁠・⁠⊂⁠)

Pd: Perdóname también, fui yo quién hizo explotar tu casa, pero fue un accidenté. (⁠'⁠-⁠﹏⁠-⁠'⁠;⁠) »

Shota descubrió esa tarde que, después de todo, escribir cartas no era tan difícil.

Afortunadamente el consejo de Theo había funcionado muy bien, y JongSeob solo había sonreído al leer su carta para después abrazarlo.

Aunque claro que JongSeob no se quedaría de brazos cruzados ante tal confesión. No importa cuánto amaba a Shota, con su casa nadie se metía y quién lo hacía tenía que pagarlo.

Shota terminó llevándose una gran sorpresa esa noche al llegar a su casa, como siempre, se había puesto su pijama y había comenzado a jugar, solo para toparse con una linda y destructiva sorpresa, cortesía de JongSeob.

el regalo de shota 𔘓 jongsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora