Cap 1 BUENAS NOCHES SR RUSSO

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-Vamos Ady, ¡mueve el trasero, me estoy orinando!

-Yaaaa, cálmate haces demasiado drama.

-Tal vez, pero de no hacerlo no sería tu mejor amiga

-Es mi descanso no hay gente, ¿de verdad tenías que venir a molestarme?

-Obvio, no estabas orinando estabas leyendo.

-Te equivocas, estoy estudiando mañana tengo examen y debo sacar buena nota para seguir con la beca por...

-Si, si, si, -Me interrumpe- eres una matada siempre sacas las mejores notas, hasta a mí me caes mal con tus buenas notas.

-Tú lo dices porque vives conmigo Isa, sabes cuánto me esfuerzo.

-Obvio, y para que veas cuanto te amo te dejo la mesa #8. -Sonríe con malicia-

-Que amable. -Respondí con sarcasmo 

Salgo del cuarto de descanso, y ahí está con su traje, siempre pide su café negro sin azúcar tiene la cara de pocos amigos. A veces me pregunto si este señor duerme, tiene familia o huye de casa para acostarse con cualquier lagartona, dudo mucho que alguien se le resista Isa está loca por él, pero parece robot este hombre nunca ve sus coqueteos.

-Buenas noches sr Russo 

-Buenas noches Adara. 

Menciona mi nombre arrastrando la letra, como si tuviera algún placer decirlo, dudo mucho pero siempre hace ese acento. Inevitable no caer a sus encantos parece sacado de un libro, ¿Será igual en la cama?, Por Dios, que estoy pensando, pero es que sus brazos...

-Lo de siempre, por favor. -Interrumpe mis pensamientos carraspeando-

-Claro, enseguida se lo traigo.

Avanzó por el pedido a la cocina, la verdad quien lo viera nadie creería que viene a tomar café aquí, sus trajes podría jurar que valen lo de dos meses de mi departamento o hasta mas, ¿A qué viene por café barato?

¿Será que realmente si le interesa Isa y viene a verla y yo me meto en su intento de conquista por una buena propina?

-Aquí tiene, permiso.

-¿Puedes acompañarme, me gustaría hablar contigo?

-¿Perdón? -pregunte atónita por semejante propuesta

-¿Puedes sentarte a cenar conmigo?, si gustas algo pídelo yo pago, por favor.

-Estoy en horario laboral, no es buena idea, una disculpa, de verdad. 

-Bien, salgamos por algo más decente, yo pago tu turno.

-¿De qué está hablando? yo no puedo irme así, necesito el trabajo, hay gente y...

-Por favor una excusa más inteligente, el lugar está casi vacío y hay 3 camareras más. 

-Sí hay más, pero puedo perder mi trabajo y la verdad dudo que valga la pena un café por mi empleo

-No te ofendas cariño, tu empleo es un una mierda.

Tenía razón de eso no había duda, el lugar tenía mala pinta, la mayoría de clientes eran de la tercera edad, la comida no estaba deliciosa ni tampoco eran los mejores jefes, pero me permitía ir a la escuela descansar y tener como solventar mis gastos personales. 

Pero ir a cenar con él sin conocerlo de nada, no me parecía la mejor opción la verdad hasta miedo imponía este hombre, pero su loción valía la jodida pena.

Además, me dijo ¡CARIÑO! que había pasado era un maldito sueño, sí eso debe ser es un sueño despierta, despierta, despierta ¡DESPIERTA ADARA! -Me di una cachetada mental, y aún seguía el viendome esperando una respuesta-.

-Deme un momento, por favor.

-Claro te espero en mi auto afuera. -Baja algunos billetes dejando el ¨pago¨del café-

-Oh, no se confunda señor, iré por un poco de café, si mal no recuerdo la primera invitación fue sentarme aquí con usted, y me parece un poco inconsciente de mi parte salir con un completo desconocido en su auto a no sé donde.

-Vamos Adara, no soy un desconocido, vengo aquí hace tiempo, de no ser alguien  de fiar podría notarse un poco ¿no crees? -comento con una mínima sonrisa, y realmente era bella.-

-De confiarme de todos los clientes ya hubiera salido con el joven de allá hace tiempo, solo sé que usted es el SEÑOR RUSSO y solo eso.

-Bien, como esperas saber más de mí si no me permites invitarte ni un café y cuando lo hago me tratas de psicópata y no, SEÑORITA ADARA, no lo soy.

Jodeeer este hombre desde cuando es tan social, y desde cuando me ha gustado mi nombre en voz masculina. Posiblemente caí en coma y estoy alucinando, si es eso.

-Entonces ¿Me permite invitarle un café?, si esta noche está demasiado ocupada con tantos clientes que le parece mañana a mediodía.

-¿Me está invitando a salir? -Pregunte aún sorprendida.  

-Evidentemente lo estoy haciendo, ahora que si me va a rechazar permítame retirarme con dignidad.

-Y.. yo la ver...

-Déjelo, le dejo mi tarjeta y ahí esta mi numero si gusta que hablemos aviseme donde nos podemos ver o a donde pasó a recogerla. Le tengo también una oferta de trabajo que le aseguro no podrá negarse.

-Espere, ¿usted me está ofreciendo trabajo a mí?

-Ese ha sido mi plan desde que empezó esta charla, ahora, si me permite tengo que irme, espero su respuesta. Buena noche.

Y así sin más vi como se alejaba por la puerta, sin poder emitir un sonido más tome la tarjeta y la metí al delantal, tome el dinero y vi que esta vez era más de la cantidad de siempre, di el pago y me quede sentada esperando salir pensando en que había pasado.








Zerevna de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora