🐰ᩧֵ 𝟤𝟨

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[ Dos semanas después ]

Pov. Jimin

Me encontraba saliendo de mi casa; hoy sería mi cita número ocho con mi precioso. Estaba demasiado feliz, hoy sin falta le pediría que fuera mi novio. Ante la idea, una sonrisa se formó en mi rostro. Es que Dios, ser novio de esa preciosura, es como ser el favorito de Dios.

Subí a un taxi, nos veríamos frente a su heladería favorita y creo que eso no era una buena idea. Estoy seguro de que, si es por él, compra todo el helado del lugar. Pero no me pude negar cuando me miro con esos hermosos ojitos que tanto me gustan y con un puchero en esos labios tan adictivos.

Solté un suspiro. Ese niño me tuvo que haber hecho algún amarre o algo, no puede ser posible que me guste tanto.

Unos quince minutos más tarde, había llegado a mi destino, bajé del taxi luego de pagar. Respiré hondo, no podía negar que en el fondo estaba nervioso.

Caminé dentro hacia el local, al entrar la campanita sonó y una de las trabajadoras me dio la bienvenida.

Fui hacia donde se encontraba Jungkook sentado, su cabello estaba bien peinado, hacia atrás, dejando su frente descubierta.

«¡Es demasiado lindo! Tengo que tomarle una foto y ponerlo de fondo de pantalla».

Tenía una camisa blanca y sobre ella una chaqueta. Sus pantalones eran de mezclilla anchos.

Me acerqué y besé su cabellera, haciendo que se sobresalte y se gire hacia mi serio.

No pude evitar reírme de él, así que me dio un golpe en el abdomen con el codo.

- Así tendrás la conciencia, precioso.

- ¡No vuelvas ha-acer algo así! - me regaño, serio.

Lo miré con una sonrisa, hasta enojado, es lindo. Me senté frente a él y le sonreí.

- No prometo nada... Buenas tardes.

- B-buenas tardes, Mimi - me dijo con un sonrojo en sus mejillas.

¡Dios mío! Es tan tierno cuando se sonroja.

- ¿No has pedido nada? - dije extrañado, la mesa estaba vacía y completamente limpia.

- Claro, q-que sí - me sonrió-. Estoy esperando a que m-me traigan mis helados.

- ¿Mis?

- Sí - me sonrió, sus ojitos estaban brillando.

Negué divertido, unos minutos más tarde trajeron sus helados, los cuales no eran pocos precisamente, y llenaron la mesa. Le pedí uno, pero él se negó rotundamente.

Así que tuve que pedir uno para mí. Estuvimos, o más bien él estuvo, comiendo helado por un buen rato, mientras yo admiraba su bello rostro y le tomaba fotos sin que se diera cuenta.

Ahora estábamos caminando hacia el cine. Mis planes eran los siguientes:

1- Tomar helado. (hecho)
2- Ir al cine a ver una película de animación. (Ambos habíamos decidido que era la mejor opción).
3- Ir a comer a un lugar bonito.
Y por último, pero más importante:
4- Llevarlo a su parque favorito para pedirle que sea mi novio.

Un plan bien sencillo, creo que es mi primer plan tan fácil y el único que creo que me saldrá bien.

Solté un suspiro; si no salía bien, me iba a tirar frente al primer carro que vea. Ahora me puse suicida. Puse los ojos en blanco y el precioso de Jungkook me miró confuso.

- ¿Qué pasa, Mimi?

- Nada, Kookie, solo estaba pensado - sonríe.

Al llegar al cine, elegimos la película que veríamos y ahora nos encontramos en la fila. Había un poco de cola. Jungkook se me acercó viéndome a los ojos y me puse nervioso. El tenerlo así de cerca hacía que en mi estómago haya mil mariposas y que mi corazón lata como loco.

NERD AND POPULAR い JIKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora