Capítulo 32: El campo de trigo

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Shi Yuan y Lu Tinghan caminaban codo con codo por el campo de trigo, el viento se impregnaba del olor de la vegetación y los árboles.

Shi Yuan dijo: "Nunca había visto un campo de trigo".

"Este es el mayor campo de trigo que existe", dijo Lu Tinghan. "Desde el establecimiento de la Alianza, Ciudad Shisui se ha convertido en un lugar de suministro de alimentos debido a sus condiciones geográficas superiores, y su nombre también se deriva de esto".

"Oí a Xia Fang decirlo antes, pero no esperaba que se viera así". Shi Yuan miró alrededor con curiosidad, y preguntó: "¿Qué son esas máquinas?".

En ese momento caminaban por una pequeña pendiente y pudieron ver claramente que el campo de trigo estaba dividido en diferentes zonas. De sur a norte, una zona acababa de sembrarse, otra se estaba poniendo verde y juntando, y la otra se había rellenado y madurado. Enormes máquinas seguían recorriendo los campos, rociando agua nebulizada, quitando las malas hierbas, aporcando y aflojando la tierra y abonando el trigo.

"Robots agrícolas", respondió Lu Tinghan. "Cuidan los campos de trigo y ahorran mano de obra".

Shi Yuan volvió a preguntar: "¿Antes siempre era la gente la que cuidaba los campos de trigo?"

Lu Tinghan: "Antes de que la Alianza automatizara totalmente la agricultura, ésta se realizaba con mano de obra desde la siembra hasta la maduración. La mayoría de los agricultores tenían que trabajar de sol a sol, limpiar las zanjas, prevenir y controlar las plagas y, ocasionalmente, las catástrofes naturales afectaban a la cosecha. En aquella época, el ciclo de crecimiento del trigo era largo, en su mayor parte de 100 o 200 días, a diferencia de las variedades seleccionadas de hoy, que maduran en 60 o 70 días y pueden cosecharse en todas las estaciones, con altos rendimientos en un espacio limitado."

"Así que es así", dijo Shi Yuan. "¿Y después de la cosecha?"

"Tras la cosecha, se convierten en pan, bollos al vapor, galletas y tus fideos favoritos".

"¡Vaya! ¿Cómo lo sabes?"

"Los alimentos son un recurso estratégico importante, y tengo que conocerlos", dijo Lu Tinghan. "Pero desde la perspectiva de la agricultura, no soy un profesional, sólo conozco la superficie".

"Ya sabes mucho, mucho más que yo". Shi Yuan le admiraba especialmente. "... Entonces, ¿por qué hemos venido aquí? ¿Te gustan los campos de trigo?"

Lu Tinghan sonrió: "Te lo dije, creo que te gustará".

A Shi Yuan le gustaba mucho estar aquí.

Le gustaba un espectáculo tan extraño y magnífico.

Normalmente, cuando comía pan y fideos, no pensaba de dónde procedían las materias primas. Sólo cuando lo vio con sus propios ojos volvió a darse cuenta de la prosperidad de la civilización humana: paseaban por los campos con la brisa, y Lu Tinghan le contó cómo la gente seleccionaba y criaba semillas fuertes desde la antigüedad, preveían desastres y evitaban daños, y cómo los robots sustituyeron a la mano de obra paso a paso, formando un sistema completo de siembra, cuidado y cosecha.

Era una historia muy interesante.

Desde las tribus primitivas de hombres arando y mujeres tejiendo, los seres humanos superando sequías e inundaciones, ahuyentando pájaros y langostas, hasta la producción actual totalmente automatizada, en la que un pequeño pedazo de tierra puede mantener a la mitad de los habitantes de la ciudad. Cada vez que se cosechaba el trigo, se cargaba en camiones de transporte, que salían de la ciudad uno a uno hacia la lejana Ciudad Fengyang y la Ciudad Principal.

Como Alimentar a un Ab1smoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora