Capítulo 11

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Yeonjun no sabe como de un momento a otro acabó en su habitación. No estaba solo, Soobin lo había guiado a ese averno del pasillo para acabar con su cordura dentro de esas cuatro paredes.

El lugar no importaba, solo eran ellos dos que con apuro se besaban sin parar dejando un rastro de toda su ropa tirada en el suelo.

La camisa de Yeonjun cayó y Soobin hizo un camino de besos desde aquellos labios abultado hasta esas clavículas que hoy pudo apreciar con mejor detenimiento.

Choi tembló casi apoyándose al borde de la cama cuando cayó sentado por sus piernas débiles.

— Dime qué es lo que realmente quieres, porque esto es un sueño para mí. — Soobin se inclinó a su altura, observando todo de sí.

Su respiración entrecortada chocaba contra la cara de Choi que así como aquella noche de su primer encuentro, esta vez trataba de mantenerse cuerdo. No está borracho y sabe bien que todo esto recordará en la mañana, pero no quería retroceder, no ahora que ya lo tenía. Tenía lo que quería.

— Haz lo que sea. Te quiero a ti.

Soobin tomó el control y metió su lengua en la cavidad bucal de su jefe, sin pudor alguno. Sus labios lo traían loco con esa pequeña boca que era su nueva adicción.

La fuerza era brutal entre más besos se daban, Yeonjun se dejó caer como una pluma en su cama, mientras ayudaba a Soobin a despojarse de las demás prendas que estorbaban.

Ver por segunda vez el bello cuerpo de Yeonjun ha sido un regalo para Soobin. Es tan diferente a cuando viste sus trajes elegantes, incluso piensa que pesa menos sin sus prendas. Lo tocó como si su piel fuese unos pétalos de rosa que no quería arruinar, observó como se retorcía y como ese abdomen plano aguantaba cada cierto tiempo la respiración con los besos que daba.

— Detente. Usaras protección conmigo. — Yeonjun trató de sonar demandante, pero aquello le salió en un suspiro.

— ¿En dónde busco? — Soobin, al igual que el mayor decía cortamente las cosas. Les faltaba aire.

— Puedes buscar en el primer cajón del armario.

Soobin chistó y se levantó con molestia, estaba desesperado y no quería perder tiempo con estas cosas, sin embargo, hizo lo que le pidieron. Volvió con un par de preservativos y una botella de lubricante. No debería ser sorpresa que Choi tenga esas cosas en su habitación, ya que no puede quitarse de la cabeza ese día donde lo encontró besando a otro hombre.

— Deja de mirarme así.

Yeonjun se sentía atacado, era la presa de Soobin y él no permitiría que escape. Y antes de que su jefe diga algo más, le robó las palabras de la boca, succionando sus labios con morbo. Al tomar un respiro, vertió una generosa porción de lubricante en sus dedos y no esperó por separar las mejillas traseras de su nuevo amante.

Los dedos largos se adueñaron del agujero de Yeonjun, abriendo su cavidad mucho más. Los gemidos no se hicieron de esperar y cautivaron a los oídos de Soobin al saber que todo iba bien.

— ¿Recuerdas esto? — Soobin embistió a Yeonjun con sus dos dígitos y en respuesta obtuvo un jadeo alto. — ¿Recuerdas como te jodi con solo mis dedos esa noche?

— Quiero sentirme mejor que ese día.

— Esta vez no voy a contenerme.

Los suspiros no faltaron cuando Soobin se fundió entre los brazos de Yeonjun y estímulo todo su cuerpo con su otra mano libre. A la vez que apretaba las caderas de Choi, también removía sus dedos en su interior. Hasta este punto parecía que el miembro de Yeonjun iba a explotar en cualquier momento y sin haberlo tocado.

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⏰ Última actualización: Aug 08 ⏰

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Ambición ¦ Soojun ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora