Capitulo seis

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Al día siguiente Kunikida se despertó a la hora que su ideal indicaba, ya eran las 7:15am y saldría a las 8:00am de esa casa para irse a trabajar o antes para poder comprar algo para comer y darse una ducha.

-Buenos días Kunikida —le saluda Dazai desde la cocina— te levantaste temprano.

-Y tu también —dice algo nervioso— no sabía que te levantabas a esta hora.

-Bueno me toca hacer el desayuno para dos personas —sin dejar de cocinar— pero hoy me tocó para cuatro.

-¿Te ayudo? bueno si no te molesta —desviando la mirada.

-Si bueno necesito algo de ayuda —le dice con una sonrisa.

El rubio le devolvió la sonrisa y se coloco a lado de el en la cocina para poder ayudarle y asi avanzar mas rápido, aunque la duda aun lo carcomía en su mente le dijo que era mejor guardar sus comentarios y así no dañar el ambiente cómodo que se encontraba con el castaño, pero su boca lo traiciono.

-Dazai —dudando— no estabas algo pequeño para ser mamá —dijo sacándose la duda— digo en tus 18 años....

-Bueno supuse que dirías algo así —suspiro— bueno a veces las personas pueden cometer errores —buscando los platos— pero esos errores pueden ser lo mejor por ocasiones.

-¿Y el padre de la niña? —preguntando— ¿donde esta el?

-Es verdad aun tienes tres preguntas que hacerme —recordando lo que el mismo había dicho la noche anterior— el esta....... algo lejos por los momentos —perdiéndose en sus pensamientos.

-Así que te abandono —dijo sin pensar y notando la mirada del castaño enojada sobre su persona— yo lo siento no debí decir eso —con la cabeza agachada.

-Es algo natural pensar eso, no eres la primera persona que me dice eso —agachando la cabeza— ya estoy acostumbrado a escuchar eso.

El silencio que antes era cómodo ahora era un incomodo por la preguntas y comentarios que el mismo detective rubio había dicho para que la tranquilidad se esfumara, a los minutos que el desayuno ya estuviera listo los otros dos individuos se despertaron, una niña pelirroja se enojo al ver la cercanía que el rubio tenia con su madre pero su enojo se paso cuando vio que su madre estaba enojada con el alfa.

-Buenos días mamá —acercándose a el y abrazándolo— y buenos días señor Kunikida.

-Buenos días Kotori —repondio el rubio al saludo de la niña.

-Buenos días mi bebe —sonriente estaba su madre al ver su motivo para seguir viviendo despertándose con una sonrisa— ¿mi bebe durmió bien?.

-Si dormí bien —con una sonrisa.

Los dos estaban en su mundo ignorando la existencia de los dos individuos ahí presentes, Atsushi se le hizo raro esa faceta de su maestro al verlo tan alegre y animado con la pequeña la cual era su hija aunque aun no se la creía, pero esa niña era feliz con el.

-El desayuno ya esta y Buenos días para ti Atsushi —dijo el castaño al verlo— Kotori vete a sentar, Kunikida y yo pondremos la mesa.

-Esta bien mami —para irse a sentar.

Los dos adultos pusieron la mesa para luego sentarse y comer, Dazai tenia permiso de no ir a trabajar ese día ya que en la noche anterior había llamado a Fukuzawa pidiéndole permiso para faltar al trabajo por el incidente de ese día ya que no quería dejar a su pequeña sola.

-Dazai ¿no iras a trabajar? —algo molesto el rubio al notar que su colega no tenia ninguna intención de alistarse— no te pases.

-Primero tengo permiso de no asistir durante una semana y antes de que preguntes el porque no te lo diré  —recogiendo los platos— ya se pueden ir antes de que tu horario perfecto se arruine —dijo en un tono de burla.

-Tu —enojado pero aguantándose las ganas de darle un solo golpe al otro— mas te vale que no sea una broma.

-Pregúntale al jefe si quieres —dejando los trastes en el lavado.

El rubio solo suspiro y de despidió para poder salir de la casa con el albino, aunque no lo parezca los dos aun no se creían lo que habían visto en esa casa parecía tan irreal pero al parecer no lo era ya que a los minutos de salir de la casa les cayo un mensaje al celular de ambos que decía:

¨Ah por cierto, ninguna palabra de esto que les conté al resto de la agencia porque si no a todos les diré secretos vergonzosos que se sobre ustedes¨

Al parecer no era ningún sueño o alucinación ya que esa amenaza sonaba real y no era ninguna broma de su colega/mentor, los dos solo suspiraron y se dirigieron al bloque de departamentos de la agencia para darse una ducha y así poder iniciar con su jornada laboral.

-No enserio eso te dijo ese idiota —enojada una voz fémina reclamo por el teléfono— quien se cree ese idiota para decirte eso.

-Ya Akira tranquila —respondió el otro— ya estoy algo acostumbrado a escuchar esos comentarios o incluso pudo ser peor.

-Pero si hubiera sido algo peor ahí mismo le cortas la lengua —tratando de no reírse— a todo esto tu ciclo de calor empieza mañana, ¿volveré a cuidar a Kotori otra ves?.

-Bueno si me quieres ayudar —dijo algo avergonzado— si no quieres esta bien le puedo pedir a Akutagawa_kun que la cuide.

-Tranquilo no es molestia, al contrario a Liam le gusta pasar tiempo con su amiga.

-Gracias Aki.

-De nada.

Con esa frase la llamada se corto ahí mismo, Dazai era algo sobreprotector con su hija ya que temía que alguien la lastimara o la apartara de su lado, al igual que hicieron con su pequeño hijo Sesuka, el no pudo hacer nada para proteger a su hijo ya que fue un parto prematuro lo perdió en el parto.

-Tengo que limpiar la casa —pensando— y lavar la ropa también.

Dio un largo suspiro y se mentalizo lo que tenia que hacer ese día, por ventaja para asear la casa iba a aprovechar la hora de la siesta de Kotori para poder hacerlo, primero se puso a recoger la ropa sucia para poder lavarla.

-Hoy va a ser un día largo —viendo la ropa que tenia que lavar.




























CONTINUARA.......

♠~Lo que oculta el suicida~♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora