Un gran y antiguo libro, de más de medio metro de largo, se abrió por la mitad, dejando salir varias partículas de polvo que causaron estornudos entre los presentes.
- Este es el libro del inicio de la gran china y estos de aquí, son sus anillos, la alianza que demuestra la veracidad de los dragones enamorados. Aquí dice que hace muchos años atrás....
Cuando la tierra empezó a ser poblada por los hombres, un grupo de personas se asentaron en lo que un día seria la gran china. Era un poblado pequeño, pero con ilusión de crecer y una gran unión entre sus personas, que los dioses decidieron bendecirlos con fertilidad para su pueblo, grandes cosechas y buenas crías de animales para que prosperaran. Pronto la comunidad se levantó y dieron lugar a un pequeño pueblo muy unido que vivía en paz, hasta que un día fueron terriblemente atacados.
Al norte de las tierras, entre las montañas más frías, habitaban los hombres de las gélidas montañas, gigantes barbáricos que poseían quimeras feroces, las cuales utilizaban para atemorizar y destruir otros pueblos.
Cuando llegaron, quemaron todo con el fuego de sus quimeras, destruyeron todo a su paso, saquearon, robaron e incluso mataron, cuando tuvieron suficiente se fueron y dejaron atrás, aquel encantador y pequeño pueblo en un estado lamentable. Sus sobrevivientes se encomendaron a los dioses e hicieron ofrendas para pedir a su favor. Esta vez, los dioses los bendijeron con algo más que cosechas y animales, los bendijeron regalándoles dos huevos de dragón.
El pueblo volvió a levantarse con la unidad de sus pobladores, cada día trabajaron para recuperar lo que tenían y cada día cuidaron del dragón azul y el dragón negro que habían brotado de los huevos. Los años pasaron, el pueblo se fortaleció y los dragones crecieron unidos y leales a los hombres que los habían cuidado, pero la felicidad no duró mucho, porque aquellos hombres de las gélidas montañas volvieron a regresar con sus quimeras, listos para destruir todo a su paso, sin embargo, no esperaban que esta vez, el pueblo estuviera listo para defenderse.
Se desató una guerra, una gran batalla de bestias entre los dragones y las quimeras, entre los gigantes barbáricos y los pobladores, pero esta vez ellos ganaron y los pocos enemigos sobrevivientes huyeron advertidos de que nunca debían regresar.
El orgullo en el pueblo se vivió y se celebró, a pesar de las consecuencias que hubo por la pelea, un sentimiento de poder se incautó entre sus pobladores, la victoria no solo fue motivo de regocijo, sino un arma de doble filo que los empezó a cegar. No fueron más saqueados, no fueron más asaltados, no fueron más destruidos, y con ello, se sintieron poderosos, invencibles y con necesidad de expandirse y demostrar lo fuertes que eran, seguros de que ganarían contra cualquier enemigo, porque contaban con el beneficio de grandes y feroces dragones.
Pero el poder siempre nubla la mente y el pueblo pronto se dividió por el choque de ideas, y las peleas entre ellos mismos empezaron a surgir. No encontrando una solución, cada líder que había surgido, tomó un dragón y marcharon en direcciones opuestas, unos al este y otros al oeste, lo más lejos posible y con el firme propósito de no encontrarse nunca.
Aquella bendición que habían recibido de los dioses fue contaminada, hicieron mal uso de aquellos hermosos dragones, dejaron de tratarlos como sus aliados para usarlos como armas de conquista. La gente se había llenado de ambición, su apetito de poder los cegó, quisieron expandirse, quisieron gobernar y sin darse cuenta, empezaron a repetir todo el mal que a ellos les habían hecho, tomando en sus manos a pequeñas civilizaciones a su alrededor, sometiéndolos bajo el ataque de los dragones.
El destino de ambos pueblos se volvió a cruza sin siquiera imaginarlo, coincidiendo en su deseo por conquistar un poblado céntrico al mismo tiempo, y sin intención de retirarse y ceder el dominio, los lideres de cada bando liberaron a los dragones, para iniciar una feroz guerra donde las bestias demostrarían quien tendría la victoria.
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ZhuoJin Dragones - BibleBuild
Roman d'amourTenía unos minutos de haber llegado al imperio de los Cheng, cuando encontró al encantador chico caminando bajo un paraguas blanco, protegiéndose del fuerte sol y ofreciendo su hermosa sonrisa a las personas a su alrededor y por primera vez en sus 2...