El matrimonio...

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Un día, mientras Blitz y Stolas discutían sobre cómo detener la tala de árboles, llegó un mensajero del pueblo de Blitz con noticias importantes. Blitz escuchó con atención, pero su expresión se tornó oscura y llena de preocupación a medida que el mensajero continuaba.

Mensajero: Blitz, tu padre, el jefe Buckzo, ha arreglado un matrimonio para ti con la dama Verosika. La ceremonia está programada para el próximo ciclo lunar.

Blitz se quedó en silencio por un momento, sintiendo una mezcla de ira y tristeza invadir su corazón. Giró para mirar a Stolas, quien observaba con preocupación.

Blitz: (Con voz temblorosa) No puedo creer que mi padre haya hecho esto sin consultarme. No estoy preparado para este matrimonio, y menos cuando hay tanto en juego con nuestros pueblos.

Stolas, percibiendo el dolor en los ojos de Blitz, se acercó y colocó una mano reconfortante sobre su hombro.

Stolas: Blitz, lamento mucho escuchar esto. Sé que esto no es lo que quieres. ¿Hay algo que podamos hacer para cambiar la situación?

Blitz suspiró, tratando de encontrar una solución mientras la tristeza y la frustración se apoderaban de él.

Blitz: No lo sé, Stolas. Mi padre es muy terco, y Verosika es una persona importante en nuestra comunidad. Pero debo encontrar una manera de hablar con él y hacerle entender que este no es el momento adecuado. Especialmente ahora que nuestros pueblos necesitan paz y no más conflictos internos.

Stolas asintió, comprendiendo la dificultad de la situación.

Stolas: Estoy aquí para apoyarte, Blitz. Juntos encontraremos una solución. No estás solo en esto.

Stolas observó el dolor y la frustración en los ojos de Blitz, y sintió una profunda compasión y conexión con él. Sin pensarlo dos veces, se acercó y se sentó al lado de Blitz, con una expresión de ternura en su rostro.

Stolas: Blitz, entiendo lo difícil que debe ser esto para ti.

Con suavidad, Stolas levantó una mano y tomó el rostro de Blitz entre sus manos, mirándolo a los ojos con una mezcla de empatía y cariño.

Stolas: Solo quiero que sepas que no estás solo. Estoy aquí para ti.

Antes de que Blitz pudiera responder, Stolas se inclinó y lo besó suavemente en los labios. Blitz se quedó perplejo, completamente sorprendido por el gesto. Sintió una oleada de emociones contradictorias, pero sobre todo una calidez que lo reconfortó en medio de su tormento interno.

Cuando Stolas se apartó, todavía manteniendo su mano en el rostro de Blitz, ambos se quedaron en silencio por un momento, procesando lo que acababa de suceder.

Blitz: Stolas... yo...

Stolas: No tienes que decir nada, Blitz. Solo quería que supieras cuánto me importas. Pase lo que pase, enfrentarás esto con mi apoyo incondicional.

Blitz, aún sorprendido pero profundamente conmovido, asintió lentamente, sintiendo que, a pesar de los desafíos que se avecinaban, tenía a alguien a su lado en quien podía confiar completamente.

Blitz: Gracias, Stolas. Tu apoyo significa mucho para mí. Juntos encontraremos una manera de superar esto.

Ambos se quedaron ahí, compartiendo un momento de intimidad y comprensión, fortaleciendo su vínculo mientras se preparaban para enfrentar los retos que les aguardaban.

Blitz, aún conmovido por el gesto de Stolas, sintió una oleada de emociones que no podía contener. Miró a Stolas a los ojos, y sin pensarlo dos veces, tomó el rostro de Stolas entre sus manos y lo besó, esta vez con más firmeza y convicción. Stolas, sorprendido pero emocionado, correspondió el beso con pasión, sus brazos envolviendo a Blitz en un abrazo lleno de fervor y deseo.

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