Capítulo 06

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Soobin se ajustó las espinilleras con manos temblorosas, cada velcro un recordatorio de su desdén por el fútbol. El sonido del silbato, la presión de los partidos, y lo peor de todo, la expectativa de su padre, pesando sobre sus hombros como una armadura de plomo. Tal vez no era el deporte en sí lo que odiaba, sino lo que representaba: la ausencia de elección, la pérdida de su libertad.

Beomgyu, tan observador como siempre, notó la tensión en los hombros de su amigo mientras caminaban juntos hacia el campo.

—Pensé que te saltarías el entrenamiento otra vez —dijo con voz suave.

—Ya sabes que no puedo —respondió Soobin, su voz era apenas un susurro entre el bullicio de sus compañeros.

El entrenador comenzó su charla habitual, pero las palabras de Soobin se perdieron en el viento, llevándose con ellas la mirada de Beomgyu hacia las gradas vacías. ________ no estaba allí, y eso lo desconcertaba más que la ausencia de Soobin en los entrenamientos.

—¿A quién buscas? —preguntó Soobin, siguiendo la mirada de su amigo.

—A ________ —admitió Beomgyu—. Suele venir algunas veces.

El más alto asintió ante aquellas palabras, un poco desconcertado dado que no sabía aquello.

—Hablando de ella... ¿qué hay entre ustedes? —se atrevió a preguntar—. Digo, siempre han parecido ir en direcciones opuestas, y ahora... se acercaron de repente, ¿por qué?

Soobin sintió un nudo en la garganta tras aquella pregunta. La distancia de la que Beomgyu hablaba no era más que un abismo que él había cavado con sus propias manos, lleno de secretos y silencios. Pero ahora, con Beomgyu mirándolo con esa mezcla de curiosidad y preocupación, sabía que no podía seguir escondiéndose detrás de medias verdades.

—Es complicado —comenzó Soobin, pero el silbato del entrenador cortó la conversación. Con una última mirada, Beomgyu asintió, dejando la pregunta sin respuesta, pero con la promesa tácita de que no sería la última vez que la haría.

[...]

El eco de los pasos en el pasillo de los vestidores marcaba el fin del entrenamiento. Soobin y Beomgyu caminaban lado a lado, sus sombras entrelazándose en el suelo como un reflejo de su amistad. El más bajo rompió el silencio, retomando la conversación que habían dejado pendiente.

—Entonces, ¿qué pasa con ________? —preguntó con cautela, su voz resonando contra las paredes de concreto.

Soobin suspiró, sabiendo que no podía evitar más el tema.

—Nada, no pasa nada con ella. No es que seamos cercanos de repente, solo... fue algo no planeado. Ella necesitaba ayuda, y yo estaba ahí. ¿Hay algo malo con eso? —preguntó serio, desviando su mirada del casillero frente a él.

Beomgyu no lo sabía, pero el tema de ________ golpeaba a Soobin más fuerte de lo que esperaba.

—Solo la llevé a su casa, pero... tampoco quería volver a la mía. Y no podía volver contigo, no estarías allí para recibirme —confesó, su voz temblorosa revelaba la vulnerabilidad que solo Beomgyu conocía.

Beomgyu se quedó en silencio, procesando las palabras de su amigo.

—Lo siento, debería haber estado ahí para ti. Fue una mala noche —dijo finalmente, con su tono lleno de remordimiento.

Soobin asintió, aceptando la disculpa silenciosamente.

—Le dije a ________ que la quería —soltó de repente, dejando a Soobin sin palabras.

Dandelions | Soobin & tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora