La parvada más extraña...

1.3K 70 48
                                    

Escrito iniciado12:19 a. m. 13/05/2024



Capitulo 2
El silencio invade la zona, unas luces parpadeantes apenas y pueden iluminar la obscuridad total de aquella montaña, un camión volcado con la caja de este mismo magullada que pareciese querer partirse por la mitad, además de estar rodeado de hojas verdes caídas alrededor por el aquel árbol que detuvo su arrastre que iría justo al vacío, un chirrido de llantas estropeadas y a punto de caerse, y al final, todo tipo de cristal que protegía a su viajantes del viento y demás peligros rotos hechos polvo.


-Mmh... ahhgg... -


El quejido de un hombre que despertaba colgado de su asiento de piloto, con muchos golpes y heridas en su piel apenas notables, al abrir los ojos y mirar a sus alrededores muy confundido. Su compañeros se encontraban en el suelo también despertando gateando fuera del vehículo con mucho dolor, el menor se encontraba inconsciente detrás del asiento, el cual por suerte no se vería tan golpeado al estar en una zona más cerrada.


-Demonios... - Tras un esfuerzo para bajar de su prisión, caería de lado sano y salvo aunque madreado en el mejor sentido de la palabra, les tomaría a todos unos largos minutos recuperarse, la prioridad fue el niño el cual lo recostaron sobre los asientos ya caídos del camión y esperar a que despierte y poder irse todos a un centro medico.


-Entonces... ¿Dices que las aves se han escapado... Por su propia cuenta? - Pregunta el gordinflón mientras se encontraba recostado en el suelo frio.-Jefe... Creo que el choque lo dejo... - Interrumpido -¿¡SE DEJARON LA PUERTA DE ATRÁS ABIERTA IMBECILES!? - Intimidando a Tipa mientras le lanza lo que quedaba de sus lentes - ¡NO ME PUEDO CREER QUE SE NOS HAYA ESCAPADO TODA LA PERRA MERCANCIA POR NEGLIGENCIA DE TRABAJO! -


Aquí solo hace berrinches ininteligibles al aire y rabietas estilo Don Ramón, sus colegas trataban de tranquilizarlo.


-Estaba vieja la puerta y oxidada... ¿Cómo íbamos a...? - Ahora le tocaba ser interrumpido al afro. - ¡Eso no importa! ¡Hasta pienso que alguno de ustedes a saboteado nuestros planes! - Señalando amenazantemente.


Les tomaría una gran rato de discusión de todo lo sucedido, que si señalamientos, culpas incluso rozando una pelea, pero como adultos se pudieron tranquilizar y reacomodar sus cabales, aunque vistos de cerca por Pepillo en aquel árbol, con una mirada para nada tranquilizadora.


-Ahh... Vale... No todo esta perdido, realmente nuestro único inconveniente es ese guacamayo azulado, es un tesoro andante para esos malditos gordos ludópatas amantes de las subastas... - Pensativo mientras piensa en un plan.-¿Pero como sabremos si ya se fue a cualquier parte del mundo? - Pregunta Armando preocupado pero con sentido común.


-Recordemos que esa ave que, para nuestra suerte no sabe volar, tenemos un mucho menor peso en los hombros en saber a donde fue así que, no debe estar muy lejos - Llama a su fiel ave, la cual esta se vería con un carácter aun mas malhumorado que de costumbre, y las garras, sospechosamente rojas.


-Ve y encuéntralo... Se que puedes hacerlo, te esperaremos allá... - Señala lo que se un aeropuerto a lo lejos - Tendrás hasta 2 semanas - Este incluso como amenaza se le vería querer arrancarle las plumas, cosa que Pepillo nunca se espero de su amo y escondió un poco su ala - Se que eres astuto... Y más te vale aprovechar esa bendición - Para así lanzarlo incluso con cuidado hacia los cielos para que comience su misión.

Rio - Un Azulado Muy AtrapanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora