Prólogo.

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Seúl
Corea del Sur

Pov Sua

Miré por la ventana y vi esas hermosas montañas, ese atardecer hermoso y la brisa del aire retumbando en mi rostro. Extrañaré salir en las noches al campo y mirar por horas las estrellas.

Extrañaré salir en las tardes a esa cafetería y beber mi café mientras escribo, por que si, me encanta escribir. Siempre escribo historias de amor ya que son las que mejor se me dan, escribo por que eso me hace distraerme de mi horrible vida.

Además de que cuando escribo me sumerjo en mi mundo donde todo es paz y tranquilidad, donde nadie me molesta.

—Bajen, perras. Ya llegamos a su nuevo hogar. Ya las esperan sus compañeras para darles su bienvenida.—Dijo un policía mientras reía.

Nos empezaron a bajar del autobús a todas mientras estábamos esposadas de manos y pies. Como no podíamos caminar bien, esos idiotas nos empujan para que vayamos más rápido y nosotras tropezamos.

Cuando ya estaba por salir del autobús uno de esos idiotas me empujó por las escaleras, cayendo fuera del autobús y llevándome unos buenos raspones en mis piernas y manos.

—¡¿Qué te pasa, idiota?!—Dije enojada.

—¡¿Cómo me llamaste, perra?!—Se acercó a mi y se agachó, pues yo seguía tirada y me tomó del cabello.—¡Te dije que como me llama- —Lo interrumpí.

—Idiota, te dije idi- —Sentí como ese imbécil me dió una patada en mi estómago, sofocándome.

—Rocky, ya déjala.—Dijo otro policía.

—No, Sanha. Esto le pasa a estas perras por creerse las listas.—Dijo mientras me escupía.

—Recuerda que adentro las otras reclusas le dan su bienvenida. Mejor hay que meterlas ya.

—Tienes razón, no me voy a meter en problemas solo por estas malditas.

Todas las demás reclusas observaban la escena. Después los dos policías bruscamente me levantaron y me metieron a la cárcel.

Al llegar nos metieron a un cuarto donde nos tomaron varias fotos del prontuario.

Después de salir nos desnudaron a todas y me llevé varias miradas de mis compañeras y hasta de las policías. Comenzaron a silbarme y eso me incomodó un poco, pues soy intersexual y tengo un grande y bonito miembro.

Nos lanzaron lo que será nuestra ropa por el resto de la condena, ese típico uniforme naranja con una playera de tirantes blanca.
Comencé a vestirme rápido, pues me incomoda mucho que me observen. Después de que me cambié todas siguieron en lo suyo y dejaron de verme, eso me tranquilizó un poco.

Nos dirigieron a un pasillo donde están las celdas, al llegar a una de ellas la abrieron, me empujaron dentro y caí.

La celda era para tres personas pero no había nadie. Después de unos minutos se escucharon campanas, yo me quede sentada en una orilla de una de las camas, en el lado derecho había una litera y del lado izquierdo había una cama pequeña que es donde me encontraba sentada.

Vi como una policía castaña abría mi celda y se metió una chica alta y pelinegra.
Al parecer sacaron a las reclusas para podernos meter a nosotras las nuevas a las celdas.

—Quítate, que ahí yo duermo.—Me dijo la chica mientras me empujaba y caí al suelo.

—¡¿Qué te pasa, idiota?!—Le dije mientras me levantaba y sacudía mi uniforme.

—Lo que pasa es que estaba mejor cuando esta maldita celda era solo para mi. Pero tenías que llegar a arruinarla.—Dijo mientras se acercaba a mi.

—Mira, estaré mucho tiempo aquí, así que me gustaría llevar la fiesta en paz contigo; no te pido que seamos amigas ni mucho menos, pero no quiero problemas.—Dije mientras trataba de alejarme un poco de ella.

—¿Sabes? Me caíste bien, no cualquiera se atreve a decirme idiota.—Se empezó a acercar más a mi y me acorraló en una esquina.

—Me llamo Osato Haruna, varias aquí me llaman por mi apellido pero yo prefiero que me digan Haruna o Runa.—Se alejó un poco de mi y extendió su mano en forma de saludo.

—Yo me llamo Moon Sua.—Estreché su mano.

—Bueno, esta es mi cama así que tú dormirás en la litera. Ya tú sabrás si duermes en la parte de arriba o abajo, solo somos tú y yo en esta celda así que escoge la que quieras.—Asentí.

—Y, ¿qué hiciste para estar aquí?—Me preguntó mientras se acostaba en su cama.

—Bueno, unos policías me atraparon mientras vendía drogas y como tengo antecedentes por robar, si me quedaré unos buenos años aquí. ¿Y tú?

—Yo traficaba drogas a otros países, me dieron solo 15 años de prisión, de los cuales solo me quedan 10.

<<¿Quince años? Para traficar drogas le dieron muy pocos.>> Pensé.

—¿Hay algo que tengo que saber sobre este lugar para no hacerlo?—Pregunté.

—Hay muchas cosas de hecho. Pero empezaré por la que realmente importa. Te hablaré un poco de las reclusas a las cuales es mejor no molestar. Mañana que nos saquen al patio te dire quienes son pues hoy como ya es tarde no nos sacarán más.
Nana y Wooyeon: Esas dos son una pareja de ladronas y asesinas. Robaban y mataban a sus víctimas para no ser descubiertas, pero una de ellas quedó viva y las delató. Son muy agradables, pero es mejor que no pongas el ojo en ninguna de ellas, pues son muy celosas y hasta capaces de matar. Lo digo por que hace un año mataron a una reclusa solo por mirar a Nana.—Tragué saliva y la miré sorprendida.

Haruna continuó.—Siyoon, Chuu y Sheon son las policías más importantes de este lugar, pues no se que tienen que ver con el director de la prisión y hacen lo que quieren, es mejor que no les desobedezcas.— asentí. —Y lo más importante: Por ningún motivo te metas con Lucy y Sora, ellas son las reclusas más peligrosas de este lugar. Todos, incluyéndome,  las respetamos, pues esas dos andan con Chuu y Siyoon y hacen lo que quieren; junto con su grupo de amigas siempre le dan la bienvenida a las nuevas. Es mejor que sepas pelear por que mañana te espera una buena golpiza.—La miré con una cara de angustia.

—Bueno, es mucha información por procesar. Mañana dime quiénes son esas chicas para no meterme con ellas.—Haruna asintió.

—Si, olvidaba decirte. Mañana te presentaré a mis amigas, son con quienes convivo en este lugar. Pero bueno. Mañana seguimos conversando por que ya es tarde y debemos madrugar.— Asentí.

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Era de madrugada y no podía dormir. Solo miraba el techo mientras pensaba. Escogí la cama de arriba ya que la de abajo no me gustó.
Al parecer Haruna ya se durmió, me cayó bien; es graciosa y un poco amable. Espero llevármela bien con ella mientras esté aquí, pues ya no quiero más problemas.

—¡Shh! Haruna.—Escuché un susurro.

Asomé un poco mi cabeza sin que me viera para ver de quien se trataba. Vi una policía castaña detrás de nuestra celda.

—Sheon, ¿qué haces aquí?—Habló Haruna con un tono bajo.

Esa es la policía de la que me hablo Haruna. ¿Será que ella es igual que Lucy y Sora y solo fingió ser amable conmigo para llevarme con ellas y torturarme?

—Vine a ver cómo estás. ¿La chica nueva no te dió problemas? Por que si es así te juro que la- —Interrumpió Haruna.

—No, Sheon. No me dio problemas. De hecho es agradable.

¿Dijo que soy agradable? Pensé que le caía mal o al menos no pensé que quisiera ser mi amiga.

—Ya. ¿Te la vas a coger o que?—Dijo la policía con un tono un poco enojado.

—¿Qué? No. Solo me cayó bien y nada más. No se por que te pones celosa si tú y yo no somos nada.—Reclamó la chica pero sin hacer tanto ruido.

—Ya me tengo que ir, por que si se dan cuenta de que no estoy vigilando me regañarán.

—Si, si. Ya vete.

Después de escuchar esa charla me quede pensando unos minutos para después quedarme dormida.

Holiii!

Este es de mis polis favs, por lo que decidí publicar esta historia.

Mil gracias a Lisa_02_N por permitirme adaptar la historia <3

‎‧₊˚✧[Reclusas]✧˚₊‧ MoonzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora