Parte 4, final(Extra)

120 7 3
                                    

La nieve cayó sobre el agua, asustando a las gaviotas. El hombre con el cabello blanco en su sien tenía un sombrero de bambú mientras pescaba. No había nada inusual en su mano: solo callos y un hilo rojo.

Jiran miró la superficie del agua, y después miro hacia atrás. Él preguntó: "¿Adónde va este barco?"

Qiao Tianya permaneció firmemente en su lugar sin moverse y respondió:
  "Hasta el final de la Tierra."

Jiran suspiró. “Sólo tienes que dar la vuelta y estarás en la puerta del  Budismo. A partir de entonces olvidarás el pasado. ¿No está eso claro?"

La mirada de Qiao Tianya trazó el primer rayo de la mañana. "No hay atajo al budismo en las montañas. Y si lo hay: no quiero encontrarlo”.

Jiran agitó el agua helada. Su manga se deslizó por encima y parecía como si estuviera a la deriva fuera del reino celestial. Finalmente se rindió   tratando de persuadir a Qiao Tianya.

Tu ganas.

Cuando el barco llegó a la orilla, Jiran desembarcó y se inclinó ante Qiao Tianya. Había seguido a Qiao Tianya durante bastantes años, pero Qiao Tianya todavía no se convirtió al budismo como deseaba.

Jiran no pudo entender su razonamiento.Todavía era un niño.

Después de un momento de silencio, Qiao Tianya preguntó: "¿A dónde vas?"

Jiran juntó las palmas de las manos y respondió alegremente: "Buscaré la primavera".

En ese instante, el viento se movió y la nieve bailó. Jiran se dio la vuelta, escondido entre la niebla de agua.

Las mangas de Qiao Tianya se hincharon con el viento. Él todavía estaba pescando, el hilo rojo enrollado alrededor de la muñeca de Qiao Tianya bailo. Él lo ajusto, como una vez lo aseguró en la muñeca de otra persona.

Cuando el viento cesó y  la niebla se disipó, su caña de pescar tembló.

Qiao Tianya levantó la caña de pescar. Mientras las escamas plateadas golpeaban la superficie del agua, formando pequeñas gotas que cayeron por todas partes, giro un poco su cabeza y vio el primer capullo de primavera en la orilla.

Era hora.

Tenía que dirigirse al norte para su cita en el primer mes de marzo, una cita de primavera en la que nadie vendría.

Invitación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora