Cuando escuchó por primera vez ese rumor, no lo creyó. Mucho menos porque venía de la boca de su mejor amigo, Matías, y siempre que él le decía algo terminaba siendo mentira o simplemente terminaba mal. A veces creía que Matías le traía mala suerte, aunque esa vez, tal vez le estuviese diciendo la verdad a pesar de no querer aceptarlo.
—Pero si es el pibe más hetero del curso, no hay chances de que hable de mí —respondió mientras se acostaba en la mesa de su banco, apoyando su cabeza entre sus brazos.
—Que sea lindo no significa que sea hetero, ¿qué no has visto a Alejo? Es re lindo y me lo como todos los días —mencionó el contrario, dándole un empujón al contrario para que se levantara.
—Hablás como si no fuera tu novio —comentó, ahora molesto por sentir una mínima esperanza dentro suyo.
No debería sentirse así porque después se iba a desilusionar y le iba a doler mucho.
—Hablando de Alejo, él es amigo de Agus, capaz le puede preguntar qué onda... —Ese simple comentario provocó que el pelirrojo levantara su cabeza de manera brusca de la mesa.
—Ni se te ocurra —dijo con un tono amenazante, mirando a su amigo de manera seria y con desconfianza. Cuando a Matías se le metía una idea en la cabeza no paraba hasta que lo hiciera realidad.
—Pero si no-
—No, Matías, llegas a decir algo y le digo a Alejo que le pusiste los cuernos —volvió a hablar, obteniendo un puchero y el ceño fruncido de parte del mayor.
—Dejá de decir eso porque se puede malinterpretar, tarado —se quejó Matías, sentándose en el banco de al lado de donde estaba el pelirrojo, pasando su brazo por el cuello para tirar de él hacia su cuerpo.
—Que también te parezca lindo su mejor amigo no es muy de fiel —siguió molestándolo, a lo que Matías siguió sosteniéndolo con fuerza mientras revolvía su cabello rojo—. Salí, insoportable —mencionó, intentando quitárselo de encima porque odiaba el contacto físico.
Vio por su rabillo del ojo cómo el novio de su amigo entraba al curso junto al castaño y sintió que su corazón se aceleraba. Logró quitarse a Matías de encima y tuvo miedo de que Agustín los hubiera visto. Sabía que todo el mundo era consciente de que Alejo y Matías eran novios principalmente porque el pelinegro no disimulaba para nada cuando estaban cerca y mucho menos le gustaba cuando alguien más se le acercaba.
Aún así, se sintió nervioso y tuvo la necesidad de que Agustín no malinterpretara sus acciones, a pesar de que lo más probable fuera que no tuviera chance con él. Sabía que solo era esa parte ilusa suya queriendo no desilusionarte por culpa de ese video de su promoción que se había hecho viral.
Todo había empezado con un "ping pong" que le habían hecho a Agustín y en gran parte tenía sentido que se haya hecho viral en redes, ¿quién no vería a un chico castaño de ojos verdes respondiendo preguntas sobre su vida? Ese video solo le recordaba lo inalcanzable que era para él estar o mínimo acercarse a Agustín. Nunca lo había visto con una novia y mucho menos con un novio, siempre era simpático con todos y eso solo lo hacía pensar que no estaba interesado en tener pareja.
Se podía decir que desde hace varios años que a Valentín le gustaba, incluso desde que solo era un adolescente con la voz chillona y unos rulos rebeldes que tanto le costaba peinar y terminaba planchando. Le gustaba incluso desde que su piel era propensa a tener granitos y sonreía tímidamente porque no tenía tanta confianza.
Él mismo era testigo de cómo al pasar los años, Agustín fue cambiando. Empezó a ganar más masa corporal, aprendió a querer su cabello ondulado y comenzó a ganar más confianza para las interacciones sociales.
ESTÁS LEYENDO
ping pong - gialen
Fanfictodo empezó con un ping pong de agustín que se viralizó simplemente por ser él, donde decía que le gustaba una tal "valen". o un tal "valen".