Capitulo XII

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Cuando Lisa abre los ojos, puede notar el vacío que la acompaña. Se levanta y se coloca las pantuflas, sintiendo un gruñido en su estómago.

Camina afuera de la habitación y ve a Jungkook conversar por el teléfono. Le hace una seña como saludo acompañando una sonrisa perfecta. Lisa igual lo hace, es lindo que la trate así, la hace sentir especial.

Camina a la cocina y saca los implementos para empezar a cocinar, sin embargo, cuando Jungkook acaba la llamada rápidamente se acerca y la detiene.

— Ve a darte una ducha, nos iremos a desayunar a un restaurante que van a inaugurar —Le dice, Lisa sonríe y asiente.

Mientras camina nuevamente a la habitación, Jungkook vuelve su mirada al teléfono, el cuál se muestra descargado. Suspira y lo deja sobre el mesón mientras va también hacia la habitación.

Lisa se baña tranquila, y mientras tanto, Jungkook saca ropa serena que tenía en su clóset para bañarse en la otra ducha. Lo hace.
Lisa se cambia en la habitación principal, y Jungkook en la de huéspedes.

Salen al mismo tiempo de los cuartos y cruzan miradas que expresan como se ven cada uno. Lisa lleva puesta una blusa corta de color rojo con lineas blancas, de tirantes y un short blanco. Su cabello suelto, con su cabeza oliendo a frutos amarillos.

Se acerca sonriendo a Jungkook el cual lleva una camisa roja, con unos pantalones negros, tranquilo y relajado.

— Te ves muy bien, Lisa —Dice él, haciendo sonrojar a la castaña que a penas y se puede mantener parada.

— Gracias... Igualmente.

Salen del apartamento, seguidos de la pareja del piso de abajo. Dos mujeres, con una pequeña niña. Lisa las saluda con un ademán y las chicas también le devuelven el saludo con una sonrisa.

Regañada con solo una mirada por Jungkook se monta al carro al instante y cierra la puerta roja por la pena de cerrar muy duro. Suele ser muy brusca.

— ¿Por qué saludas a todas las personas que no conoces? —Pregunta Jungkook, estaba encendiendo el auto mientras hacía la pregunta.

— Porqué mi madre me enseñó a ser cordial —Responde sonriente, Jungkook la observa, ve su sonrisa reluciente y no puede evitar sonreír también.

— Eso es muy lindo de la señora Chitthip —Dice, Lisa sonríe y asiente.

— Mi hermana también me lo enseñaba mucho, ella es un ángel —Comenta sonriente.

— También eres un ángel demasiado puro —Halaga Jungkook sinceramente, porque algo que era muy obvio era que Lisa se veía y se expresaba como un ser angelical.

— Quiero criar a mis hijos con mucha atención, quiero que se sientan en confianza para contarme las cosas y que siempre me vean como una mejor amiga —Ahnela suspirando.

— ¿Mis hijos? —Pregunta, mirándola por unos segundos y vuelve su mirada al frente.— ¿O nuestros hijos?

Aquella pregunta no solo revolvió el estómago de Lalisa, sino que también la puso demasiado roja, se puede decir que hasta más roja que el color de su blusa. Se siente nerviosa e incómoda a los minutos de procesar la pregunta y se mantiene roja mirando a la ventana.

— ¿Lisa?

Cuando escucha de nuevo aquella voz masculina que la ponía verdaderamente ansiosa, cierra los ojos con fuerza y después voltea a verlo. Rendida.

— ¿Quieres... tener más h-hijos con-conmigo? —Tartamudea nerviosa, Jungkook sonríe y se detiene en el semáforo.

— Si tú quieres sí —Dice seguro, sonriendo, porqué aunque no conoce perfectamente a Lisa, en este tiempo se ha dado cuenta que ella se coloca nerviosa fácilmente. Y le encanta verla de esa forma, porqué se vuelve... Más sumisa y tierna de lo que es.

Y Lisa se encuentra más roja de lo normal. Ya a punto de parecer color rojo sangre. Y eso preocupa a Jungkook.

— ¿Estás bien, Lisa? —Le pregunta, Lisa asiente lentamente, sabiendo que claramente no estaba bien del todo, estaba a punto de morirse. Y Jungkook ríe, porqué se le nota que no estaba bien. Toma el tarro con agua que siempre mantiene fresco en el auto y se lo entrega.— Toma agua, se te nota deshidratada.

Y ríe más al verla ingerir la mitad del tarro lleno agua, ella suspira cuando despega sus rosados labios de la boquilla.

— ¿Mejor? —Habla él, Lisa asiente y vuelve a dejar el tarro en su lugar.

(...)

Al llegar al restaurante, hacen su pedido y se sientan en el patio donde el aire los acompaña ligeramente.

— ¿Quieres volver aquí para el almuerzo? —Consulta Jungkook, Lisa sonríe pero niega lentamente y con algo de vergüenza.

— Quiero cocinar, hace tiempo no lo hago y temo que se me olvide —Dice lentamente, Jungkook sonríe y se apoya en su codo para acercarse más al rostro de la castaña.

— En ese caso, quiero probar tu comida está tarde y está noche —Le dice, Lisa sonríe por eso, le emociona saber eso.

— ¿No te parece mejor una cena? —Pregunta ella, tomando otra idea que también puede servir. Jungkook asiente con emoción.

— Con tal de que seas tú quien haga la comida —Dice— Estoy totalmente de acuerdo.

— Entonces está noche nos vemos —Recalca ella, sintiéndose feliz por eso.

— A la hora que tú digas, cuando me llamas allí estaré —Murmura coqueto, y una risa divertida sale de la boca de ella.

Se hace un silencio al rato mientras esperan por la comida, y Jungkook recuerda que dejó su teléfono en el apartamento gracias a que vió el celular de Lisa sobre la mesa.

— Oye, Lisa —Llama el hombre, Lisa levanta la mirada. Estaba pensando en su hermana, su madre le había dicho que hoy o mañana llegaba de vuelta a Busan.— Mi mejor amigo Kim Taehyung se casará en dos días y me ha invitado a su boda, ¿Quieres ir?.

Y otra vez hay un silencio incómodo. Lisa no quiere ir porqué no quiere que todos los invitados la vean inferior a ellos por su baja economía.

— ¿Y qué decides?

— No lo sé... Es que... —Murmura— ¡Mi hermana vuelve en dos días, entonces no puedo ir! —Excusas

—mmm.

Jungkook lo duda mientras la observa, pero no dice nada. De igual forma ella si o si estaría en esa celebración, porqué tenía que darle una buena imagen, más de la que ya tiene.




































 De igual forma ella si o si estaría en esa celebración, porqué tenía que darle una buena imagen, más de la que ya tiene

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