Capitulo XIV

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— ¡Lalisa, espera!

Jungkook sale corriendo detrás de ella, alcanzandola unos pasos más adelantes. Se detiene y la intenta detener, pero ella quiere irse caminando sola.

— No puedo dejarte sola en las calles, Lisa —Dice— Ven conmigo, por favor —Murmura.

— ¿Soy una mala hija, Jungkook? —Pregunta en llantos— ¿Merezco ese horrendo trato? —Sigue preguntando, Jungkook se siente mal por ella y le ofrece un abrazo que gustosa Lisa le acepta.

Llora en su pecho, solloza y sorbe su nariz.

— Vamos a nuestro apartamento y allá hablamos, ¿De acuerdo? —Le propone, Lisa solloza una última vez y asiente alejándose.

Jungkook la toma de la mano y la ayuda a entrar al auto. En el camino la observa varias veces, ella va decaída en el asiento mirando con ánimos abajo por la ventana. Sus lágrimas están secas por el viento que entra brusco por la ventana contra su cara.

Y cuando llegan ella ni siquiera se percata. Jungkook la ayuda a bajar y ella sin decir nada va con pasos lentos adentro.

Allá llora acostada en la cama, sin cambiarse ni nada. Jungkook la ve muy decaída y eso lo hace sentirse muy mal por ella, se siente apenado por ella la verdad.

— Lisa... —Murmura mientras se sienta a su lado, ella solloza.— Ven, hablemos —Insiste mientras la toma del brazo. Lisa se levanta y se recuesta en su regazo, para después sentir como Jungkook le seca las lágrimas.— Sé que todo lo que hiciste, lo hiciste por él, por petición de él, y confío en lo que me digas...

— ¡Es que siempre me he preocupado por el bien de mi familia, siempre voy a hacer algo para ofrecer la felicidad que siempre veía de pequeña en mi familia, siempre voy a querer que esa felicidad vuelva, porqué éramos tan felices cuando aquella felicidad vivía en nuestra casa! —Exclama nostálgica con lloriqueos— ¡Pero mi padre nunca ve lo que hago, siempre ve lo que hace mi hermana y la verdad es que no la culpo porqué yo también quiero ser como ella, la envidio demasiado, simplemente porque es la consentida de mi padre, porqué ella siempre tuvo ese cariño de padre que siempre quise y nunca me dieron!

— Mírame Lisa —Ordena Jungkook. Lisa abre los ojos y Jungkook seca nuevamente sus lágrimas.— Me vas a prometer que de ahora y adelante, no te va a preocupar ese amor no correspondido de tu padre —Dice.

— Es que es difícil, Jungkook —Solloza— Siempre cargo con el peso de que no tengo lo que él quiere y por eso soy la decepción de la familia...

— Para mi eres una guerrera, Lisa —Comenta— Y me alegro que esté hermoso feto nos haya unido, porqué te necesito como tú también me necesitas —Le dice— Para de llorar y mira todas las cosas buenas que tiene tu ser —Ordena— Es tu padre el que no te sabe valorar, no eres tú, y entiendo tu llanto, más tampoco porque lo entienda significa que voy a dejar que llores toda la noche, porque no lo voy a permitir, no voy a permitir que tus propios pensamientos te dañen, porqué hasta ahora sé que eres tu propia enemiga, Lisa y eso no puede ser así.

Lisa no responde y Jungkook la levanta para darle un fuerte abrazo, que la mantiene al tanto de que cuenta con él.

— Ahora quiero que te des una ducha rápida, te cambies y hagamos juntos esa cena que tanto hablamos está mañana —Le dice— Porque tengo ganas de dormir hoy contigo también.

Lisa sonríe por eso, porqué le gusta sentirse acompañada en ese apartamento solo.






(...)








La noche se vuelve eterna, recochan olvidando los tristes momentos que pasaron y ríen haciendo chistes mientras comían. Después se ven una película y finalmente, se duermen.

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