─Tengo miedo─Dijo Taehyung sin mirarlo.
Jeon lo observó, pero guardó silencio.Tomó a Taehyung en brazos y se levantó de la cama, caminando con pasos decididos hacia el baño. Una vez allí, lo dejó frente al tocador, posicionándolo justo en el ángulo perfecto para que se reflejara en el gran espejo del cuarto.
Taehyung frunció el ceño, sin entender el propósito de Jeon, pero se mantuvo inmóvil, sus ojos reflejando una mezcla de curiosidad y aprensión. Jeon comenzó a tirar de su camisón, y poco a poco, los tirantes se fueron soltando, permitiendo que la tela blanca cayera suavemente al suelo. El cuerpo del menor quedó expuesto, su piel resplandeciendo bajo la luz del baño.
Los ojos de Taehyung se abrieron de par en par, llenos de sorpresa y un atisbo de vulnerabilidad. Intentó girarse hacia Jeon, buscando algún tipo de explicación, pero Jeon lo detuvo con firmeza, sus manos sujetándolo en su lugar.
─Ojos en el espejo, Taehyung─ ordenó Jeon con voz dura.
Taehyung se estremeció, pero obedeció, su mirada fija en su propio reflejo.
Entonces Jeon cayó de rodillas detrás de él.
─ ¿Jungkook? ─ inquirió Taehyung, su voz temblorosa.
─Silencio, ángel ─ gruñó Jeon.
Jeon posó sus manos en la curva de la espalda de Taehyung, sus dedos deslizando lentamente sobre la piel suave. Los movimientos eran exasperantemente lentos, llenos de una deliberada tortura que hizo que Taehyung contuviera la respiración, cada fibra de su ser tensa.
El silencio se hizo espeso, roto solo por la respiración entrecortada de Taehyung. Sentía cada caricia como una descarga eléctrica, su cuerpo vibrando bajo el toque firme de Jeon. Pero no se atrevió a moverse ni a emitir un sonido, su sumisión completa y absoluta. Jeon, disfrutando de cada segundo de control, se tomó su tiempo, haciendo que el momento se alargara, lleno de una intensidad casi palpable.
Jeon sabía que tenía a Taehyung justo donde quería, vulnerable y expuesto, cada nervio encendido por la anticipación. Disfrutaba de la visión del cuerpo de Taehyung temblando bajo su toque, saboreando el poder que tenía sobre él. Sus manos siguieron su camino, trazando líneas lentas y firmes, mientras sus ojos se clavaban en el reflejo del doncel en el espejo, observando cada reacción, cada estremecimiento.
─No te muevas ─murmuró Jeon, su voz una mezcla de orden y promesa, dejando claro que cada segundo de espera era un castigo y una recompensa.
Jeon delineaba con sus manos la silueta trasera de Taehyung, sus ojos fijos en el redondo trasero del doncel, sintiendo cómo su propia polla respondía, endureciéndose ante la vista.
Sus dedos se deslizaron desde afuera hacia adentro, rozando la piel sin llegar a profundizar, incrementando la tensión con cada movimiento. Taehyung, expectante, apenas contenía un gemido, cada caricia una promesa no cumplida.
Jeon acercó su rostro, y con un gesto deliberado, posó sus labios en uno de los glúteos del menor, dejando un suave beso. Luego hizo lo mismo con el otro, sus labios trazando un camino de calor sobre la piel de Taehyung. Cada beso era un recordatorio de su dominio, una marca de su posesión.
─Jungkook... ─jadeó Taehyung al sentir la boca de Jeon chupar justo en el mismo lugar que había besado. Cada succión enviaba escalofríos por su columna, mientras su cuerpo se arqueaba involuntariamente hacia el contacto. El deseo latía con fuerza en su pecho, mezclado con una necesidad abrumadora de más, más de Jungkook, más de esa exquisita sensación.
Jeon no dijo nada, y solo siguió con su trabajo. Fue dejando uno que otro beso travieso sobre la piel sensible del menor. Estaba muriendo de deseo por enterrarse en ese precioso agujero que se escondía entre esos globos tan sueves y redondos. Masajeo con delicadeza, provocando más y más al cuerpo del doncel.
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DONCEL
FanfictionJeon Jungkook un importante boxeador de la IBF, el espécimen de hombre más codiciado entre todas las mujeres y donceles. Pero Golden JK será el perfecto espécimen de marido para un príncipe? Kim Taehyung príncipe doncel de Barakia, un doncel real...