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Las horas pasaron entre música y juegos, risas y pequeños mareos, pero el ambiente era armonioso, últimamente las cosas se sentían mejor.
Hunter peleaba con Fiore, si trataba de no hacerlo paro la pequeña no ayudaba en nada molestandolo hasta con el aire que respiraba Jake. Era tierno ver cómo este se si sonrojaba con alguna cosa que la castaña decía y la fulminaba con la mirada, probablemente si Jake no estuviera ya la habria ahogado con la maleta más pesada. Lo cual hacia reír bastante a Jake.
Y no sólo eso, sino también sus pequeñas ocurrencias, si era impropio de el pero trataba de ser lo más gracioso posible para ver la linda sonrisa del peli azul, el también intentaba hacer lo mismo, el también adoraba la sonrisa de Hunter.
Y seguía así el viaje, no podía negar que tenía miedo de llegar a su destino, temia ser débil como había soñado, no quería pero sabia que era lo más probable, así que en el camino cada vez que el autobús se acercaba a algún lugar con luces encendidas rezaba para que no fuera el maldito campamento donde se podían encontrar los bellos ojos verdes de Tom.
Aquellos en los que se ahogaba cada vez más profundo mientras más los miraba, mientras más lo llenaban de ilusiones falsas y bonitas mentiras más quería verlos, para poder sentir que tal vez aquel chico todavía lo seguía amando, tanto como el.
Era inevitable pensar en eso, pensar en Tom, después de que haya estado vagando en su mente durante 2 largos años sin pagar renta y sin querer retirarse pronto como si de un parásito se tratase que lo atormentaba solo por diversión y un poco de placer de verlo llorar todas las noches y de marchitar su pobre corazón.
¿Algun dia volverá la primavera para Jake?
Olvidarlo no estaba siendo fácil, pero daba todo de si todos los días para sacar de su cabeza al idiota de Tom, trataba de no soñarlo por las noches y despierto también, se ocupaba de hacer otras cosas para que su mente no divagara en los brazos del azabache, hablaba y reía para no concentrarse en sus labios y en lo mucho que extrañaba tocarlos. Hacia todo lo posible y lo estaba logrando pero aún así había algo en el que no se podía ir del todo. Pero por lo menos ahora se sentía listo para dejarlo ir, para que poco a poco se vaya el recuerdo tan hermoso que tuvo con el, la rabia y el enojo también, para perdonarlo y dejarlo ir de una buena vez por todas.
