Mamá [PoohPavel] [ADAPTACIÓN]

«Proteger»

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Un mes después de aquella cita, y Pooh se sentía en las nubes.

Había tenido unas cuantas citas más con el alfa, aveces se llegaba quedar en su casa incluso, dormía en la misma cama que el y se despertaba a su lado.

Si pudiera flotar de la felicidad ya estaría en la luna, ya todos en la guardería sabían que estaba saliendo con el papá de Frank y la verdad se alegraba por el. Y también por el pequeño.

Más bien, estaban orgullosos de él, pues se habían encariñado mucho con el pequeño y lo amaba como propio, no muchos Omegas podían hacer eso, la mayoría querían pequeños propios, no de otros Omegas.

Pero quizás se debió a que Frank estaba lavada, es decir, no tenía ningún aroma de omega y estaba necesitada, en también lo estaba, lo más que quería era tener cachorros y un alfa, ser amado y amar. No sabe si un ángel escuchó su deseo y envío a dos personas para que fuese cumplido.

Un alfa necesitando ayuda y amor junto a un pequeño necesitado de atención y cuidados.

Pooh estaba más que dispuesto a dárselo, tenía mucho amor para los dos. Su Pável era un alfa atento , quizás aprendió eso por tener que hacerse cargo de un cachorro el solo, pues los bebés necesitan de mucha atención.

Le gustaba mucho eso, no, le encantaba.

Ver su celular y encontrado mensajes de Pável, le respondía cuando podía pues tampoco descuidaba a los cachorros, antes muerto que hacer eso.

El Omega quería dar otro paso, mudarse con el alfa. Así podría estar a tiempo completo con el pequeño Frank, pero no sabía si era muy pronto para hacer algo como eso, podría ser un intruso en el territorio del rubio, sin embargo, ya había estado varias veces en la casa del alfa. Hasta en su cama, este no mostró ningún signo de molestia.

Ansioso, nervioso e inseguro. Esos eran sus defectos y tenía que lidiar con esos constantemente, pero hacía lo mejor para enfrentarlos, aún cuando todo parecía en contra.

Siempre estaba allí con una sonrisa rematando de ver el lado positivo de las cosas. Nunca se arrepentirá e trabajar en esa guardería y estar a cargo del cachorro, menos de querer ser su madre.

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Un día en particular estaba en su trabajo en la guardería, Frank jugaba en el suelo con algunos peluches. Eran las cuatro y media por lo que los padres iban llevando poco a poco por los pequeños.

Todo iba bien hasta que vio llegar a un señor mayor, su cabello era negro y algo rizado parecido al de Frank, tenía los ojos grises. Algo en el no le dio buena espina.

–Buenas tardes señor ¿poseso ayudarle en algo? ¿Se perdió?– pregunto cortésmente tratando de impedir que entrara al salón. No sabía quién era, no podía dejarlo entrar con los cachorros aún dentro.