Prólogo

18 1 0
                                    

No parece que haya pasado mucho tiempo desde que estuve dormido, todo es muy confuso, ¿Quien soy?, ¿Donde se supone que estoy?, ¿Como termine aquí?. Eso es lo que normalmente me preguntaría si no es que tan pronto como estoy analizando las cosas, comence a sufrir un dolor agonizante, un dolor de cabeza tan fuerte que me hace quedarme en el suelo mientras mis oídos solo empiezan a escuchar gritos ensordecedores cada vez más agudos y fuertes. Lo mismo ocurre con mi corazón el cual no se detiene a la hora de aumentar mi frecuencia cardíaca. Siento que me estoy quedando sin oxígeno debido a que  me está costando demasiado respirar por culpa de una obstrucción de mis fosas nasales causada por mi propia sangre. Esta tortura parecería eterna, aunque la verdad es que solo fueron 10 segundos, 10 horribles segundos contados por cada milésima de esos segundos, unos 10 segundos que se sintieron como siglos de tormento y tortura, los 10 segundos más devastadores y largos de toda la historia. Unos 10 segundos en los cuales un depredador podría perseguir a su pobre presa distraída hasta su territorio para posteriormente ser atrapada y devorada ferozmente  para servir como sacrificio con tal de saciar su deseo de calmar la horrible tortura que es el hambre, todas las criaturas existentes nesecitan alimentarse para lograr sobrevivir, y en este mundo debes aprender a diferenciar entre ser la presa que es devorada, o por otra parte, ser el acechador que destruirá a su víctima poco a poco hasta que no queden nada más que sus huesos.
Pero en este caso sin embargo, parece que soy yo el que está cumpliendo el papel de presa por debajo de un depredador desconocido al cual no puedo escuchar ni ver, es como si estuviera siendo víctima de mi propia mente. El clima.... Se siente frío, un frío bastante familiar pero ala vez tan desconocido, un frío que no se siente lo suficientemente fuerte para empezar a querer ser hervido en vida, pero si el suficiente para hacerte temblar. La peor parte de este castigo inmundo es precisamente poder tener razonamiento y conciencia de tu existencia, pero no poseer conocimiento de absolutamente nada de ti ni de tus alrededores. Cuando finalmente empiezo a sentir otra cosa que no sean mis sentidos siendo destruidos, decido finalmente volver a mi realidad para descifrar en donde me encuentro. Aunque, en el fondo se que no me otorgara ningún tipo de alivio ni aliento. Me levanto aún con dificultad, lo que me demuestra la característica más notable de mi estado físico, y es que presentó una herida en mi abdomen y desgaste en las articulaciones, lo que me hace deducir que sea lo que sea que haya pasado, resultó en una batalla perdida en mi contra, así que la primera teoría que tengo es que por algún motivo termine siendo encarcelado por alguna entidad de la cual aún no tengo ni idea. Pero cuando levanto la mirada me hace cuestionarme de todas las posibles ideas que pude haber tenido. El rasgo más importante del lugar es su clara oscuridad cubriendo todo el lugar, exceptuando una fuente de luz que cae sobre mi que proviene desde arriba de la estructura construida con piedra desgastada, aunque intento ver el origen de la luz mi visión se ve cegada cuando intento ver hacia más arriba, lo que aclara mis dudas de que sea lo que sea este lugar, es gigantesco. parece que podría llegar incluso hasta lo que bajo mi percepción sería el cielo. Pero este cielo no es azul, es simplemente oscuridad acompañado de la luz proveniente de arriba que es lo único que logra hacerme diferenciar y analizar los diferentes objetos de los que se compone el sitio. Lo que parece encontrarse arriba de mi son diferentes pasillos y paredes en mal estado, que nuevamente, me provocan extrañas sensaciones de nostalgia. ¿Que significan todos estos recuerdos confusos?, nisiquiera soy capaz de recordar mi propio nombre. Al frente de mi logro distinguir entre la oscuridad una especie de monolíto que sobresalta en el resto de infraestructura del lugar. Ya que logró reconocer el material del que está construido, ¡Adamantita!. Un metal bastante demandado y deseado por la gente poderosa debido a la gran resistencia que posee, siendo el material perfecto para la fabricación de armamento. Bien, el primer recuerdo que logró recuperar no parece que me vaya a ayudar mucho en esta lamentable situación, ya que para mí mala fortuna, parece ser que el monolito hace parte del suelo del lugar, y no parece que pueda ser movido de ninguna manera. Ahí es cuando me doy cuenta de mi vestimenta y equipamiento, estoy vistiendo una armadura desgastada y con un daño considerable en la zona del abdomen, lo que contrasta y hace sentido con la herida que note al levantarme del suelo.  Las hombreras por otro lado parecen tener un buen estado, lo que parece estar debajo de esta armadura dañada es una ropa de cuero con un estandarte que no logro reconocer aún. Está condecorado con símbolos que empiezan a hacer imágenes en mi cabeza pero nada claro del todo. En la parte de tu cintura se encuentra una funda de espada con una pequeña espada que empieza a oxidarse. Como si hubiera tenido un uso excesivo en su tiempo, pero está teniendo mucho desgaste por la falta de mantenimiento. Volviendo a observar el monolito parece tener algo grabado en el, aunque por la terrible oscuridad que rellena la habitación no logras diferenciar más que 2 palabras, un nombre y un apellido. "Cassian Nihil".  El solo hecho de leer ese nombre hace que aquella agonizante migraña regrese. Pero esta vez algo cambio, ahora lo que logro ver son nuevos recuerdos, recuerdos como una imagen en la que me encuentro en un carruaje mientras estás mencionadole ese nombre a otra persona, de la cual no logras recordar una cara. ¿Acaso...ese será mi nombre?.

Fragmentos de una conciencia perdida Where stories live. Discover now