Al día siguiente no salí de mi habitación, mi cabeza daba vueltas y vueltas, estaba sentada en mi escritorio mirando a la nada, mi gato subió a la mesa, lo miré y sonreí un poco.
—¿Qué voy a hacer ahora, Scar, si muero quien te cuidará? —
Escuche el sonido de la puerta, lo ignore.
—Cis, soy yo — La voz de Draco sonó detrás de la puerta.
Suspire profundo y me levanté a abrirle.
—Cis, no has comido nada — Volví a mi escritorio y Draco estaba detrás de mí.
—No tengo hambre, quiero estar sola.—
—Circe, por favor, sabes que tienes la protección del señor tenebroso—
—Eso es lo mismo que no tener nada, Draco.—
—Sabes que mi madre y mi padre te protegen—
—Yo no pedí esto Draco.— Me levanté y salí de mi habitación, bajé a la sala común y los pocos estudiantes que estaban voltearon a verme, uno que otro decía algo, pero nada más, salí de ahí y caminé a la torre de astronomía, ya casi era el toque de queda, pero no me importó, subí a la torre. me senté y miré a la luna, después de un rato escuché un ruido detrás de mí, rápidamente me levanté y saqué mi varita.
—¡Mierda!—— Escuché un quejido, cuando mis ojos pudieron enfocar de quién se trataba, vi un cabello rojo.
Solo lo observe en silencio, el por fin me miro, su mirada suaviso.
—Lestrange...— Dijo con su cara neutra.
—Weasley. — Dije y intente caminar a la salida.
—¿A donde vas? ¿estas llorando? — Dijo, mirandola preocupado.
—No, creo que sea de tu incumbencia. — Lo miro retandolo, sabia que existia una rivalidad entre sus casas, sin embargo ella nunca fue participe de las claras burlas que los de su casa les hacian a los de las casa enemiga, peleaba costantemente con draco ya que decia que pelear con los gryffindor era rebajarse, tambien odiaba que draco se riese de los weasley por su falata de dinero, de harry por su falata de padres (en parte sentia empatia por el, ella nunca habia tenido una relacion muy buena con sus padres, su madre fue encerrada cuando ella era muy pequeña, y su padre, no estaba muy segura quién era.)
—Tienes razón — Dijo apenado
—¿qué haces tú aquí?— Pregunté ahora yo.
—Escondiéndome de filch—
—Lo imaginé, ¿qué gemelo eres?—
—El más guapo claramente, Fred Weasley, un placer —Se acercó para extender su mano.
Algo desconfiada acepté su voz apretón de manos. — Circe Lestrange.—
—Claro que se tu nombre — se apresuró a decir mientras me miraba directamente a los ojos.
El silencio reinó en el lugar, no sabía si lo correcto era irme pues era obvio que filch lo estaba buscando, lo que significaba que el estaba dando vueltas por el castillo, y no tenía muchas ganas de que me viera.
El se sentó en el piso cerca del barandal —¿Qué haces aquí? — Me miro arriba de sus hombros.
—Quería estar sola.— camine un poco para sentarme también en el piso pero más alejada de él.
—Estás así por lo del torneo ¿verdad?—
—Si, acabo de firmar mi propia sentencia de muerte.— Mire al cielo.
—¿Y como hiciste que tu nombre saliera? —El miraba confundió. —Mi hermano y yo intentamos entrar con una poción de envejecimiento pero créeme que salió muy mal —
—¿Una poción? —Reí un poco. —Y la verdad no tengo la más mínima idea de porque aparecí ahí.— Mentira, en cierta parte, estaba consciente que su nombre y el de harry habían sido puestos por el falso ojo loco, pero desconocía el porque su nombre salió si el de cedric salía como el representante de hogwarts.
—Entiendo, te pasó igual a Harry, algún idiota se le ocurrió la grandiosa idea de poner sus nombres —
—Exactamente — Dije fastidiada, el tema me ponía de malas.
—No debes preocuparte, eres muy buena bruja, una de las mejores de clases y estoy seguro que ni siquiera estudias para ser tan buena —
Tenía razón, pero me sorprendió que estuviera tan pendiente de mi.
—Vas a ver que todo saldrá de maravilla, cuando ganes el torneo no puedes olvidarte de mis palabras — Soltó una risa.
Una pequeña sonrisa traicionera se asomó en mis labios.
—Que linda sonrisa, deberías usarla más — Me sonrió de vuelta.
—¿Puedo hacerte una pregunta? — Dijo después
—Ya me has echo demasiadas, pero adelante.—
El sonrío —¿Es verdad esa maldición de la que todos hablan? Porque acabo de darme cuenta que te he mirado mucho a los ojos —
—Si, es mentira.— Lo mire con mala cara.
—Era broma — Me sonrió lo que hizo que mi mirada me suavizara.
Estuvimos un momento en silencio, pero el silencio no fue para nada incómodo, para mi sorpresa su compañía me había hecho olvidar el motivo por el que estaba ahí. Estuvimos por lo menos una hora hablando de cualquier cosa que no fuera sobre el torneo o de nosotros mismos.
—Ya es tarde, deberíamos irnos — Fred se levantó del suelo y extendió su mano, me levanté ignorando su mano.
—Creo que filch ya estará dormido — Reímos al mismo tiempo.
Caminamos afuera de la torre de astronomía, el camino fue silencioso, mi cabeza jugaba un poco conmigo lo que me hacía que sobrepensara de nuevo el tema del torneo.
—Escoltada hasta las catacumbas — Me sonrío.
—Gracias por acompañarme.— Lo miré y moví mi cabeza en forma de agradecimiento.
Entré a la sala común mientras Fred se iba, caminé en silencio hasta las habitaciones, entre a mi habitación, saludé a scar y me puse mi pijama para irme a dormir.
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