1

91 12 4
                                    

Percival Weasley, el tercer hijo del matrimonio Weasley, provenía de una familia numerosa que, pese a sus limitaciones económicas, lograba mantener a todos sus integrantes. Eran nueve miembros en total, y todos los niños usaban ropa barata y remendada, heredada de hermano a hermano, a excepción de Ginevra, la única niña del matrimonio.

Percy no era la excepción entre sus hermanos; sin embargo, al ser el tercero, tenía la ventaja de que sus ropas no llegaban a sus manos tan remendadas, al menos las camisas. Sus hermanos mayores, Bill y Charlie, no eran precisamente tranquilos y se encargaban de romper y desgastar los pantalones con tantas caídas y raspones que se daban.

Aunque Percy compartía la apariencia característica de la familia, con cabello pelirrojo y piel blanca con pecas, sus rasgos faciales eran distintos. Tenía un rostro considerablemente mas bonito, sin la típica nariz de botón que sus hermanos y padres compartian; la suya era recta, con pómulos altos, cejas perfiladas y ojos que brillaban con un resplandor peculiar según las amigas de su madre.

A pesar de su inteligencia, Percy no sabía leer correctamente a los once años. Era un niño solitario que disfrutaba estar en su cuarto, caminando en círculos mientras trataba de leer en voz alta para aprender mejor. Aunque era callado, sentía la necesidad de moverse constantemente o de jugar con algún objeto en sus manos. Se aburría fácilmente si lo que hacía no le interesaba, y había recibido varios regaños de su madre Molly por interrumpirla mientras hablaba.

Percy no encajaba del todo con sus hermanos mayores ni con los menores. Bill y Charlie, al ser los mayores, compartían una complicidad especial. Fred y George, los gemelos, eran inseparables, mientras que Ron y Ginny jugaban juntos por ser los menores. Cada hermano tenía a alguien especial en quien confiaba, excepto Percy, que se sentía sobrante en la ecuación. Siete es un número impar y siempre sobra uno, y en este caso, ese era Percy.

Molly estaba ocupada con seis de sus hijos, asegurándose de que Charlie no intentara atrapar criaturas peligrosas y que Bill no se involucrara con él. Además, tenía un ojo en los gemelos y sus bromas, atendía a Ron y mimaba a la pequeña Ginny. Percy, una vez más, tampoco entraba en la lista de mamá, al igual que no encajaba del todo entre sus hermanos.

Su padre, Arthur Weasley, un hombre amigable, distraído y un poco olvidadizo, era el único que parecía tener un aprecio especial por Percy. Arthur podría olvidar el cumpleaños del resto de sus hijos si Molly no se lo recordara, pero nunca el de Percy. Parecía que todos los días recordaba cuánto faltaba para el próximo cumpleaños de Percy. Conocía su nombre completo y cada fecha exacta de sus logros: el día en que aprendió a hablar, caminar, correr, su primer berrinche, su primer estallido de magia. A veces, incluso llegaba con algún dulce y se lo entregaba a Percy cuando nadie miraba. Percy no entendía qué lo hacía destacar entre sus hermanos a los ojos de su padre.

Una vez, Charlie había bromeado sobre Percy, diciendo que había sido encontrado en una canasta por su madre en la entrada del Caldero Chorreante. Su padre, siempre tranquilo, castigó a Charlie y lo obligó a pedirle perdón a Percy, como si el comentario de que Percy no fuera parte de la familia lo hubiera incomodado demasiado.

Percy Weasley es hijo de athenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora