Arthur se sentía atormentado todos los días de su vida desde hacía once años. Todo parecía más fácil cuando no tenía que guardar un gran secreto que podría costarle su matrimonio y su familia.
No podía evitar pensar en lo egoísta que estaba siendo al tratar de mantener a Percy a su lado e ignorante de los verdaderos problemas. Atenea y Hécate se lo advirtieron: debía dejarlo ir hace mucho, pero estaba más que feliz de fingir que todo estaba bien.
Tal vez ese era el problema, decidió ignorar las advertencias hasta que lo golpearon en la cara, y muy fuerte. Ahora tenía un hijo que recientemente había recibido su carta de ingreso a Hogwarts.
Que Lady Hécate estuviera en esa librería no era solo una casualidad; ella no estaba allí solo para conseguir algo de tinta, estaba allí como una advertencia para que Arthur hiciera lo que tenía que hacer.
Deshacerse de Percy, enviarlo lejos, más lejos de lo que un mago cualquiera podría ir, a un lugar donde él no podría seguirlo una vez que Percy cruzara la barrera.
No era ignorante del hecho de que Percy no se sentía aceptado en la familia, y eso era su culpa, lo sabía. Percy no era como el resto de sus hijos. Aunque Molly lo amaba, no sentía el mismo instinto maternal hacia Percy como con sus otros hijos, y eso también era su culpa.
Estaba siendo egoísta. Percy no pertenecía a una casa que solo se sostenía con magia por milagro; no debería vestir ropas remendadas ni tratando de leer ingles.
Miró el libro sobre la mesa, que había llegado con una lechuza. La lechuza, posada en la ventana, observaba minuciosamente todo. Tenía un plumaje majestuoso y distintivo, con tonos que variaban entre el blanco puro y el gris plateado. Sus ojos, grandes y de un color dorado, transmitían la sensación de que te observaban todo el tiempo. Era pequeña, lo suficiente como para guardarla en la túnica, tal vez porque aún era una lechuza bebé.
Abrió el libro sin ganas y lo cerró rápidamente. En la primera página estaba escrito un mensaje en griego con una perfecta caligrafía. Tomó el libro y lo dejó frente a la lechuza.
—Puedes llevarlo a su destinatario, ya entendí el mensaje —Arthur dudó antes de pasar sus dedos por el plumaje de la lechuza. Por un momento creyó que lo atacaría, pero ella solo se inclinó a su toque. Alejó sus dedos lentamente para no enojarla.
—Supongo que te quedarás aquí. Tendré que inventarme de dónde salió una lechuza tan hermosa como tú —Arthur se dio la vuelta y subió a su habitación, esperando que su querida esposa siguiera durmiendo.
Solo esperaba que Hécate no rompiera su puerta mañana y le hiciera una escena. No quería que Molly malinterpretara las cosas. Al menos sabía que podía contar con que Atenea no vendría a amenazarlo. Ella ni siquiera lo cuestionó demasiado sobre sus acciones. Si quisiera, hablaría directamente con Percy y lo animaría a hacer lo que ella deseara, de la forma en que ella quisiera.
Atenea se había encaprichado con Percy, algo que Arthur no entendía. Ella tenía hijos maravillosos, niños que la adoraban con fervor y que ni siquiera se atrevían a decepcionarla o hacer algo que dañara levemente su orgullo. Niños que fácilmente avergonzarían a los magos más inteligentes de todas las generaciones. Y, sin embargo, Atenea se había encaprichado con Percy. Sabía que Percy era capaz de muchas cosas, pero no sabía qué esperar de Atenea. ¿Por qué alguien que ignoraba a sus más devotos hijos tendría un cariño especial por Percy? O al menos el cariño suficiente para no influir en sus decisiones.
Agradecía de corazón que Atenea no estuviera poniendo una gran presión sobre Percy ni pasara por encima de la autoridad de Molly, aunque no tenía duda de que Atenea no sentía gran aprecio por su esposa Molly.
Algunas veces, Atenea hablaba sobre Molly no siendo una buena madre, o sobre Molly no sabiendo educar a sus hijos, o Molly esto y Molly aquello. Si se le pidiera una lista a Atenea de cosas por las que no le agradaba Molly, ella ni siquiera lo pensaría mucho y recitaría de memoria. Hécate, aunque era más bien imparcial sobre Molly, solía quejarse sobre Molly siendo muy dura con Percy o no estando al pendiente de su núcleo mágico y su desarrollo, como si Percy fuera su propio hijo.
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Percy Weasley es hijo de athena
Fanfictionse tocará un poco sobre ambas sagas pero mayormente es Percy teniendo dudas existenciales y tratando de descubrir que mundo es su lugar o Percy Weasley necesita un descanso de su rutinaria vida hogareña con muchos hermanos pero no se refería a invol...