‧₊˚ 🧷⋅♡🪐༘⋆Capítulo 1˚ 🧷⋅♡🪐༘⋆

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Sombras en el Paraíso:

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La luz dorada del amanecer se filtraba a través de los vitrales de la magnífica ciudad de Seraphia, reflejándose en las paredes de mármol blanco y llenando las calles con un resplandor celestial. Myosotis, con sus alas blancas desplegadas, se elevaba por los aires disfrutando de la brisa matutina. Sus largos cabellos blancos ondeaban con el viento mientras sobrevolaba su hogar, una tierra de paz y serenidad donde los ángeles vivían en armonía.Myosotis descendió suavemente en uno de los jardines colgantes de Seraphia, un lugar de belleza impresionante con flores de todos los colores y árboles frutales que se mecían suavemente bajo la brisa. Allí, solía pasar sus mañanas cuidando las plantas y reflexionando sobre su lugar en el mundo.Su vida había sido relativamente tranquila hasta ese momento. Como una de las ángeles más jóvenes de alto rango, había dedicado su existencia a la protección de Seraphia y al mantenimiento de la paz. Sin embargo, Myosotis siempre había sentido una inquietud en su corazón, un deseo de conocer más allá de las fronteras de su reino celestial.Un sonido suave interrumpió sus pensamientos. Al volverse, vio a Milli, su amiga de la infancia, acercándose. Milli, a pesar de ser un demonio, había encontrado en Myosotis una amiga verdadera. Con su capacidad de cambiar de género, Milli a veces se presentaba como hombre y otras veces como mujer, dependiendo de cómo se sentía o de lo que la situación requería. Hoy, Milli había adoptado una forma femenina, con una apariencia etérea y ojos llenos de sabiduría y misterio.**Milli:** "Buenos días, Myosotis. Te ves pensativa."Myosotis sonrió, agradecida por la presencia de su amiga.**Myosotis:** "Buenos días, Milli. Estaba reflexionando sobre nuestro mundo y las responsabilidades que tenemos."Milli asintió, sus ojos reflejando una comprensión profunda.**Milli:** "Es natural preguntarse sobre nuestro propósito, especialmente cuando nuestras responsabilidades nos mantienen tan ocupados. Pero recuerda, también es importante vivir y disfrutar los momentos de paz que tenemos."Antes de que Myosotis pudiera responder, un grupo de ángeles se acercó volando, liderados por Altissimo Lucian y Altissimo Raphael. Sus presencias imponentes y la seriedad en sus rostros indicaban que algo grave estaba ocurriendo. Myosotis sintió un escalofrío recorrer su espalda al verlos aterrizar.**Altissimo Lucian:** "Myosotis, necesitamos hablar contigo en privado."Myosotis intercambió una mirada preocupada con Milli antes de seguir a los Altissimi hacia el Gran Salón de Seraphia. El majestuoso edificio se elevaba por encima de la ciudad, sus columnas de mármol y su techo dorado brillaban bajo el sol.Al entrar, la atmósfera cambió inmediatamente. El Gran Salón, normalmente un lugar de reuniones y decisiones importantes, estaba impregnado de una tensión palpable. Myosotis se detuvo frente a los Altissimi, esperando con nerviosismo lo que estaba por venir.**Altissimo Raphael:** "Myosotis, hemos observado tus acciones y nos preocupa tu creciente interés por el mundo de los humanos. Has tenido contacto con ellos de formas que van en contra de nuestras leyes."El corazón de Myosotis latió con fuerza. No podía negar su fascinación por los humanos y su mundo, pero nunca imaginó que sus intereses podrían llevarla a un juicio.**Myosotis:** "Altissimi, mi intención nunca ha sido desobedecer nuestras leyes. Solo busco entender y aprender. Los humanos... tienen tanto que enseñarnos."**Altissimo Lucian:** "No es tu lugar decidir eso, Myosotis. Las leyes están para ser obedecidas. Tu conexión con ellos pone en riesgo nuestra seguridad y la pureza de nuestro reino."La tensión en la sala aumentó. Myosotis sintió una oleada de desesperación. Sabía que enfrentarse a los Altissimi podría tener consecuencias graves, pero su corazón le decía que no podía permanecer en silencio.**Myosotis:** "Entiendo sus preocupaciones, pero les ruego que reconsideren. No todos los humanos son una amenaza. Algunos pueden ser aliados valiosos."Los Altissimi intercambiaron miradas antes de dirigirse nuevamente a ella.**Altissimo Raphael:** "Esto no se trata solo de amenazas, Myosotis. Es una cuestión de principios y de mantener el orden en Seraphia. Sin embargo, tomaremos tu punto en consideración."Con eso, los Altissimi la despidieron, dejándola con una mezcla de alivio y preocupación. Al salir del Gran Salón, Myosotis sintió el peso de lo que había ocurrido. Encontró a Milli esperando fuera, y sin decir una palabra, ambas supieron que el camino que tenían por delante sería difícil.A medida que el día avanzaba, Myosotis no podía sacudirse la sensación de que algo oscuro estaba en el horizonte. Decidida a proteger a aquellos que amaba y a su mundo, se preparó para lo que fuera que el destino tuviera reservado. Este sería solo el comienzo de una serie de eventos que cambiarían su vida y la de todos los híbridos para siempre.

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⁺˚⋆。°✩Alas rotas espíritus unidos✩°。⋆˚⁺Where stories live. Discover now