Primera cortada...

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Después de un día aterrador, de estar aguantando miradas de desaprobación y discriminatorias llegué a casa.
Hogar dulce hogar?? Hmmmmm... nop. Llegué y comí un poco bajo la atenta mirada de mi madre mientras intentaba deshacer el gran nudo que se creó en mi garganta por soportar durante toda la mañana a gente estúpida, plástica e incomprensible.
Cuando terminé de 'comer' mi madre se fue a caminar por el pueblo y yo fui A hacer mis deberes cuando ya no puedo más y estallo en un llanto de desesperación mientras camino hacia el baño. Cierro la puerta y tras 10 minutos llorando frente al espejo decidí salir a por mi estuche y un destornillador. Cojí mi sacapuntas y con el destornillador le quité la cuchilla para después pasarla fuertemente sobre mi brazo, al ver que no salía sangre decí apretar más y repetí este acto 8 veces.
Es verdad lo que dicen, el dolor físico no tiene nada que ver con el de la mente. Prácticamente no dolió solamente me relajó ver como una parte de mi se iba yendo por el desagüe.
Pensaréis que estoy loca pero a partir de se convirtió en un 'ritual'.

que esta novela no la está leyendo nadie pero me da igual.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2015 ⏰

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Diario de una suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora