ALMAS GEMELAS. [Sanegiyuu]

𝟭𝟰. Diversión.

Día 6, Sábado

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Los fines de semana fueron aburridos para mi, parecían eternos. No salía de mi casa, solo me encontraba echado en mi habitación junto a Genya. Hacía bastante calor, por esa razón me encontraba tendido en el suelo. Genya estaba en mi cama. Estaba realmente sudado, me era asqueroso, ya habíamos encendido el aire acondicionado. Esta tortura parecía durar demasiado, veía las manecillas del reloj moverse. Habían dado las 2.
Una notificación repentina hizo que vibrara mi celular, me levanté rápidamente a contestar el mensaje esperando que no fuera ninguna tontería y definitivamente no lo era. Un mensaje de Giyuu invitandome a salir juntos, nosotros dos, por fin podría salir de este infierno con una excusa. Miré de reojo a Genya.

- ¿Saldrás hoy? - le pregunté sin mirarlo.

- Si. Mis amigos me invitaron -. Genya se ventilaba moviendo su mano de arriba a abajo para generar aire.

- Yo también saldré. Justo ahora -. Le contesté, se sorprendió por lo repentino que era aquello, hace unas horas le había dicho que no iría a ningún lugar.

No tardé mucho en arreglarme, me eché demasiado perfume y desodorante para no oler mal. Giyuu había llegado hace rato, estaba charlando con Genya en la cocina mientras yo me arreglaba. Bajé las escaleras con rapidez y lo ví. Llevaba una playera negra acompañada de una chaqueta de cuero y unos jeans negros. Parecía emo, me gustaba. Olía demasiado a perfume, un perfume delicioso y no ostigoso. Su cabello se veía demasiado bien a pesar de tener el mismo peinado de siempre, esta vez relucía. Me quedé encantado con todo esto.

- Sanemi -. Pronunció Giyuu, viéndome desde abajo - ¿Estás listo? Te ves bien. Vámonos.
Tragué saliva y asentí, no sabía que decir ahora. Genya me miró algo confuso por mi actitud.

- ¡¡Hasta luego, hermano!! - Me gritó mientras salía por la puerta, le sonreí en ese momento y me despedí con una mano.

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- Te ves completamente diferente, Giyuu -. Murmuré. Giyuu parecía feliz ante este comentario, sus ojos brillaron de nuevo.

- Es lo que intentaba hacer -. Seguía mirando al frente - Quería sorprenderte. Quería que no te avergonzaras de mi.

Me quedé perplejo ante las últimas palabras que pronunció: "Quería que no te avergonzaras de mi". Mierda, el bullying encerio debido afectarle, estoy arrepentido de todo eso.

- ¿¿De qué estás hablando, imbécil?? ¡Jamás me avergonzaría de ti!! Eres mi amigo y te quiero -. Me detuve un momento y tomándolo del hombro, lo detuve a el también -. ¿¿Por qué pensarías eso de mi?? Somos amigos ahora, ¿¿Qué significa para ti que seamos amigos??