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Hoy por fin es el gran día!"

Pensó Han mientras se arreglaba para ir al trabajo. Hoy por fin después de un mes trabajando para Lee Minho iba a recibir su primera paga.

"¿En qué lo gastaré?"

Pensaba emocionado Han saliendo de su casa. Pasó a comprar dos donas y dos cafés, pensaba darle un detalle a su jefe, hoy se sentía de muy buen humor y sonreía a más no poder.

Llegando a la oficina saludaba a todos con una enorme sonrisa y les deseaba un increíble día.

- ¿Es un nuevo abrigo? ¡Me encanta!

- ¡Que hermoso color de cabello!

Han pasaba por los pasillos alagando a todos, enserió estaba de demasiado buen humor. Por fin su esfuerzo de todo este mes se vería recompensado con un jugoso sueldo.

- ¡Buenos días Minhee! —saludó Han a la secretaria del último piso antes de tocar la puerta de la oficina de Minho—

"Adelante"

Han escuchó eso del otro lado de la puerta y entró.

- ¡Jefe Lee, buenos días! Le traje una dona y un café, ¿le gustan las donas? Yo espero que si, yo las adoro, son tan deliciosas. Mi mamá y yo las cocinabamos cuando era pequeño y...

Han no paraba de hablar mientras se sentaba enfrente de Minho a comer su dona. Minho por el contrario lo escuchaba, no le molestaba lo mucho que hablara, le gustaba escuchar todo lo que tenía por decir.

Minho tomó la dona y le dio un mordisco, disfrutando de su sabor. No quito su rostro serio en ningún momento pero por dentro se sentía bien, se sentía acompañado y feliz.

- L-lo siento... hablo mucho, ¿no? —dijo Han bajando la cabeza apenado—

- No me molesta que me hables sin parar Han

- L-lo siento, iré a trabajar —salió rápidamente antes de que Minho pudiera decir algo, dejándolo solo en su oficina mientras miraba la dona—

"Es... lindo de cierta manera"

Pensó Minho borrando de inmediato ese pensamiento y poniéndose a trabajar.

Al finalizar otro cansado día Han con una enorme sonrisa fue a la oficina de Lee quien lo había llamado para darle su paga

-Toma Han, es tu primera paga del mes — le entregó un sobre y Han lo recibió agradecido—

- Gracias jefe Lee, estoy muy feliz de trabajar para usted —dio una reverencia mientras no paraba de sonreír—

- Puedes irte a casa Han, el lunes nos veremos de nuevo

- ¡Gracias!

Salió de la oficina de Lee y al entrar al elevador soltó un chillido de felicidad.

-Veamos... ¿Cuánto dinero es?

Han rápidamente abrió el sobre con el dinero y comenzó a contar el dinero deteniéndose en el último billete

- ¡Maldito Lee Minho!

Maldito Lee Minho | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora