Comienzo inusual.

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Me había mudado hace tan sólo un par de días, justo en una fecha donde las temperaturas altas del clima hacían que inevitablemente se sienta un pequeño calor asfixiante.

Tenía mis manos en mis caderas sonriendo mirando mi nuevo departamento, quizás la vista no era la más bella de todas, la zona no era la más segura de todas según los vecinos, y tenía que hacer unos cuantos arreglos.. Pero, a fin de cuentas seguía siendo mi nuevo hogar, mi departamento, y eso me llenaba de cierta emoción y orgullo.

Tome mi bolso y subi las escaleras con una sonrisa entrando a mi departamento con la llave deje las bolsas con las compras en la mesa y fui a mi balcón apreciando la linda vista de las casas y edificios para luego disponerme a colgar unas lindas y pequeñas macetas con unas bellas claveles que mi madre me había regalado como un recuerdo.

Volví adentro a la sala y abri la puerta del Departamento, alze la vista viendo como subía las escaleras alguien que nunca había visto en el departamento, era un chico alto, de quizás un metro setenta o casi ochenta, solo lo mire de reojo mientras le decía algo al encargado del Departamento ya que estaba acompañandolo, "¿Un vecino nuevo?" le dije al Administrador del edificio mirando como el chico entraba a su departamento cerrando la puerta, "Si, ayer hizo la mudanza", dijo el señor sonriendo amigablemente marchándose.

Solo asenti con la cabeza algo curiosa ,pero no seguí pensando en el tema y solo volvi adentro a mis cosas mientras me encargaba de prepararme la cena, decidi tumbarme en la cama a descansar al menos por unos minutos, los estudios, las organizaciones benéficas, la iglesia y algunos trabajos por medio tiempo que hacia estaban agotandome de cierto modo, pero no me iba a dejar derrumbar tan fácilmente, me dije internamente sonriendo con paz y tranquilidad acostada alli.

Estaba tan relajada y de pronto escuche un pequeño estallido  que me hizo sentarme en la cama de golpe un poco sobresaltada ya que lo había oído cerca, " Oh no, no, no", dije identificando el sonido de lo que podría haberse roto, me puse de pie y sali caminando rápido al balcón y ahí estaba frente a mis ojos, la maceta que tanto había cuidado de mi madre estaba estrellada en el piso del balcón rota en muchos pesados con la tierra y las flores esparcidas, alze la vista y vi al causante de eso, un gato gris estaba allí mirándome y salto al otro balcón de al lado de quien supuse era mi vecino nuevo.

Aprete los puños ligeramente dando pequeñas repiraciones para calmarme, "¿De verdad? ", me dije a mi misma suspirando para luego ponerme mis zapatillas y salir de mi departamento parada frente a la puerta de mi vecino, di un suspiro suave tocando la puerta esperando unos minutos en silencio buscando las palabras que le iba a decir.

Cuando la puerta se abrió lo mire en silencio y di un pequeño suspiro hablando con mi típica sonrisa amistosa y tranquila, "Hola, lo siento si te interrumpi, solo quería darte las bienvenidas como nuestro nuevo vecino y.. ", di un pequeño suspiro buscando las palabras para decirle, sintiéndome internamente un poco mal por empezar así, " Y quería comentarme sobre algo que sucedió hace unos instantes en mi balcón, no quiero que empezamos con el pie izquierdo, solo quería comentartelo..

"Algunas de mis macetas en mi balcón se rompieron y bueno, eran un regalo preciado para mi, no se si por casualidad el gato que vi era el tuyo pero, el tiro mis macetas y.. , el chico solo me miraba en silencio, no sabía si en verdad estaba prestándome atención o solo estaba mirándome por obligación esperando que termine, estaba segura que era la segunda opción.

" Y el administrador del edificio me dijo que estaba prohibido la permanencia de cualquier tipo de animal, solo te quería informar por si no lo sabias par año generar ningún inconv-", no pude terminar ya que el hablo tranquilo mirándome apoyado en el marco de la puerta, "Bueno el gerente del edificio es un familiar mio y me dijo que no tendría ningún tipo de inconveniente con mi mascota", dijo el sin inmutarse, no sabía que hacer y solo lo mire deseando que la tierra me tragara.

Mire abajo y ahí estaba el criminal de mis plantas, aquel gatito gris frotándose en las piernas del chico mirándome como si estuviera al pendiente de la conversación, sentía que incluso estaba burlándose de mi, "Oh lo entiendo, Genial, si, no hay problema entonces", dije sin saber que más decir sonriendole, "Ah, y lo siento por tus plantas", dijo el chico sin mucho interés para luego cerrar la puerta dejándome allí parada.

Luz en medio de la tempestad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora