CAPITULO 34: Daño

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-mami, no me gusta este mechón- shara agarra su pequeño mechón y ve el tinte blanco que sobresalía de su cabello rojizo, el cual se notaba un poco raro

-despues te lo vamos a teñir, pero no podemos llegar tarde a tu primer día de clases- agarro un peine y comienzo a peinar su cabello -recuerda las reglas-

-si mami, no usar mis poderes amenos que sea para defensa, que nadie vea mis estadísticas ni siquiera mi love ni las almas consumidas- respondia Shara

-buena chica, ahora estás lista para ir- la apariencia de shara era encantadora, el uniforme de colegiala más la estatura que supera a la de Sans demuestra el gran crecimiento de Shara -¿Cuando creciste tanto?- pregunté con nostalgia

-cuando mate a esos policías- doy un pequeño golpe en su cabeza -auch, ya entendí-

-nada de mencionar eso- responde con fastidio

Sans entra a la habitación y pone una pequeña flor amarilla en el último bolsillo de su mochila -creo que es de suerte- responde Sans para ver una vez más a su hija -te vas a cuidar ¿Ok?-

Shara solo sonríe -si papi- responde mientras camina hacia la puerta

-deberias acompañarla- argumenta Sans

-Sans, la escuela está a dos cuadras de nuestra casa, no se va a perder- respondo a Sans irónicamente

-solo tengo un poco de miedo- Sans se sienta en la cama

-pero hey.... Estamos solos.....- comienzo a acariciar sus hombros

-pero ya no tengo magia- responde Sans con nervios

Mis labios se acercan a la nuca de Sans mientras un susurro se produce en mis labios -yo no quiero magia, yo te quiero a ti- comienzo a besar a Sans, el cual en un inicio intenta detener el beso, pero después se deja llevar y unimos nuestras lenguas en una danza erótica -Ademas podemos probar los inventos de Alphys- con un tono provocativo

-nolose, la última vez tuve una erección por 3 días- a Sans no le gusta usar los proyectos de Alphys pero lo intento al ver que no podía solo complacerme con sus manos

-fuerin los mejores 3 días de mi vida- seguíamos con los besos casuales hasta que tocan la puerta

-chara- Sans intenta hablar pero es muy complicado con mi lengua dentro de su boca -alguien está tocando la puerta-

-dejalo debe ser un vendedor ambulante- comienzo a quitarme mi pantalón dejando libre mis bragas -no me dejes caliente ahora-

Agarro con fuerza la chaqueta de Sans y se lo saco, agarro su camisa y comienzo a subirlo pero me detengo al sentir como Sans tiembla. Se que Sans no me detendrá pero entiendo que está muy delicado -okey, voy a ver quién es- con un poco de decepción me alejo de Sans mientras me vuelvo a poner el pantalón.








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Al abrir la puerta pude notar a algunos policías junto a una patrulla afuera.

-¿Que sucede?- pregunté con una voz sería intentando esconder mis nervios

-disculpa señora Dreemur, ¿Pero nos permitiría entrar a su casa?- aquel policía que en su placa ponía "Keneth johnson" parece bastante relajado, pero eso no es lo más raro. ¿Hay un monstruo a su lado? Un gran perro guardián que camina por dos patas, una gorra y un chaleco de policía. Estoy comenzando a odiar a ver los humanos tan cercanos con los monstruos

ODIO TU SONRISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora