Prólogo

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El mundo de internet es un lugar fascinante, lleno de oportunidades y beneficios para aquellos que saben aprovecharlo. Imagina por un momento que llevas una vida miserable, pero al mismo tiempo te conviertes en una estrella virtual, admirada y seguida por muchos.


«¿De dónde obtienes tus ingresos?» me preguntan.


«Trabajo duro» respondo con una sonrisa en mi rostro.


Pero la verdad es que son mis fieles seguidores quienes me mantienen con vida, quienes me apoyan y se convierten en mi fuente de ingresos. 


Es increíble pensar que existen personas dispuestas a sacrificarlo todo por alcanzar la fama. Venderían su alma con tal de obtener un alto número de seguidores y notoriedad en las redes sociales. Pero, ¿Qué son en realidad? No son más que personas falsas, dispuestas a engañar y manipular para cumplir sus ambiciones.

En un mundo donde las mentiras se convierten en el camino más fácil para alcanzar el éxito, la red se convierte en una trampa de arañas listas para atacar al mínimo descuido. Es complicado encontrar personas genuinamente honestas en este entorno, donde las apariencias y las manipulaciones reinan. Las redes sociales se convierten en un escenario en el que todos actúan, interpretando un papel para obtener likes y seguidores, sin importar las consecuencias o las verdaderas intenciones.


Y así, sin darme cuenta, me vi envuelta en esta telaraña de falsedad y engaño. Mi búsqueda por la fama y el reconocimiento me llevó por un camino oscuro y peligroso.

Bienvenidos a cómo comenzó mi perdición.

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