CAPITULO 3: Un poco de atención

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Marinette

Una llamada fue suficiente para salir corriendo esa tarde del trabajo a la empresa Agreste, si no llevaba ropa decente, pero a quien le importa, lo que vale es el tipo de persona no la apariencia

Eso me hace acordar a esa frase:

¨NO JUSGUEZ AL LIBRO POR SU PORTADA¨

Y si, era ese mi caso, no necesitaba ropas finas ni nada de eso, lo que importaba es como soy yo.

-Gracias- digo a la secretaria

No me espere algo así repentinamente solo hablo con las personas de menores rangos de empresas, pero esta vez era distinto, hablaría con el C.E.O de la empresa Agreste

Pero la duda me invadía la mente ¿Por qué?

Sin mas que decir toque la puerta con delicadeza, a lo cual me dieron acceso de entrar inmediatamente.

Ya preparaba mi mejor expresión fría e intimidante

Al entrar me quede sorprendida, no miento cuando pensé que el C.E.O era un viejo de esos que les gusta aprovecharse de muchachitas fáciles.

Absolutamente era algo diferente, un joven rubio con ojos verdes brillantes, la mirada fría se aparto por un momento de mi rostro dejando ver mi rostro sorprendido, pero a la vez serio.

Al parecer la única sorprendida no era yo, el también se me quedo viendo de manera sorprendida.

-buenas tardes- la mirada fría volvió a mi rostro, sin permitir que mis ojos azules radiaran de una manera normal como siempre lo hacían cuando andaba sola

-buenas tardes Marinette, soy Adrien Agreste el C.E.O. de esta empresa- dice con un tono para que sonara importante su nombre, presumido

-yo soy Marinette Dupain, disculpe venia por el trabajo de diseñadora...

-si sobre eso, estas contratada- dice con una sonrisa en el rostro

En ese momento me sentí totalmente feliz y asombrada, así de rápido, ¿enserio?

-gracias, pero que...- cuando estoy a punto de preguntar me corta

-puedes sentarte si deseas, debemos aclarar algunos asuntos sobre tu trabajo- dice batiendo los papeles en aire

Si Marinette enfócate en el trabajo, las preguntas después, me regaña mi mente

-si, claro, gracias- digo con un tono nervioso y a la vez cortante y me siento en el frente del escritorio del rubio.

Después de mucha platica nos dimos la mano, a lo cual el con mucha rapidez el acerco mi mano a sus labios y la beso, yo la aparte con mucha rapidez, es extraño y muy incómodo para mí, después de salir de su oficina me limpié la mano y procedí a retornar a casa.

El viento chocaba bruscamente contra mi rostro haciendo que mi pelo a la vez se pusiera a flotar detrás de mí, un sentimiento profundo de paz se sentía en mi interior.

Después de caminar por calles parisinas decidí ir a mi trabajo a cobrar mi último sueldo

-gracias, nunca olvidare su amabilidad- suelto una pequeña sonrisa

-no hay de que Marinela, sabes que siempre serás bienvenida

-gracias señora Norma

Luego de decirle adiós a mi antiguo trabajo me dirijo a una cafetería a celebrar por mi nuevo trabajo

Si, sola, la soledad era algo que aprecio demasiado...

ADRIEN

Bella, hermosa, fría y cortante, era la primera vez que una mujer así se me atravesaba por mi vida, la mayoría de veces todas caían rendidas a mí, pero es que ella tenia algo mal, o a lo mejor era ciega.

Eso no importa, lo importante es la empresa, recuérdalo, nada de jueguitos, me regaña mi mente como siempre

Sentía curiosidad por ella, ¿pero por qué?

La gran pregunta era esa, después de que se fuera, me quede pensando demasiado a tal grado de darme una jaqueca completa.

La reunión con los demás gerentes comenzaría en minutos, esta vez tenía una respuesta madura y definitiva, si ella habría sido mi salida a mi pesadilla.

Debería agradecérselo

No o si

señor lo esperan...

***

Pasear por las calles de Paris era uno de mis grandes relajos después de una junta tan atolondrada como de esta tarde

Andaba en mi auto con una música relajante de esas con las que solo quieres desaparecer

Me sentía en paz después de tanto tiempo, no quería ir al hospital, me sentía enfermo cada que me encontraba en ahí.

Me puse unas gafas de sol, hoy visitaría la cafetería en la que di apoyo y trabajo a muchas personas, y no es por alagar, pero tengo un corazón noble a pesar de ser un idiota.

Dicen que el mundo es pequeño

Y si que era cierto, por las grandes y resplandecientes ventanas podía ver a Marinette, parecía perdida en su propio mundo leyendo un libro.

No quería incomodarla, así que entre como cualquier persona acomodándome el pelo de una forma muy normal, demasiado normal

Algunas muchachas susurraban entre risas ahogadas y otras solo observaban, y a diferencia de todas, Marinette me ignoraba totalmente sin apartar su vista del libro que leía.

Enserio que haría todo por que me preste siquiera un poco de atención, nunca nadie me había ignorado de tal forma.

Esto parecía ser un reto...

***

disculpe, puede llevarle un pastel de chocolate y un capuchino a la chica de allá- digo señalándola.

X-por supuesto joven Agreste- dice con una sonrisa y se retira

Luego de unos minutos la moza le entrega lo pedido por mi a Marinette, ella solo agradece y me atrapa con su mirada resplandeciente que pasa a una bien directa y escalofriante, como que de repente esta haciendo frio, pero no me dejo intimidar

Esa mujer me va a matar con su mirada

A pesar de eso solo oculto mi mirada bajo los lentes y sonrió.

Y ella responde con otra sonrisa fingida, no podía esperar algo sincero de alguien como ella.

***

Después de un tiempo, ella se levanta del asiento y se retira.

Obvio como dueño de la cafetería, no permitirá que pagara

Después de retirarse, hago lo mismo dirigiéndome a la salida, encontrándola a ella en la parada de autobuses

Me dirijo a ella

Si deseas puedo llevarte a tu hogar- digo en forma de amabilidad

gracias- hace una pausa- pero, no gracias- sube al autobús y se despide con la mano

Tan terca, me gusta

Sin nada más que hacer me dirijo a mi auto y pongo en marcha a la mansión.

🤍 💙-Perdido en el Azul de tus ojos-✨💙🤍 ~MBL~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora