La primera vez que Chuuya supo que algo andaba mal en su casa, estaba completamente sobrio, lo que le confirmaba que no era producto de su imaginación.
Había regresado de trabajar, llevaba varios días fuera de casa, por lo que deseaba dormir y darse un baño. Y fue ahí donde comenzaron los sucesos paranormales
El primer suceso: el agua estaba helada.
Por más veces que Chuuya cambiara a agua caliente, el agua seguía estando fría. Al menos era verano, por lo que a Chuuya no le importó bañarse con agua helada.
Después de bañarse llegó el segundo suceso: toda su ropa, sombreros, zapatos, y accesorios estaban esparcidos por el suelo de su casa, desde la puerta del baño hasta la entrada de su habitación.
Chuuya sospechó que el agua fría era un problema de fontanería, no le pareció tan sospechoso. Pero el asunto de la ropa... bueno, definitivamente era anormal.
La única explicación posible en ese momento era que alguien había entrado a su casa.
Se ató una toalla a su cintura y caminó hacia su habitación, listo para enfrentarse al intruso.
Pero justo cuando entró a la habitación, se escuchó un fuerte alarido que hizo a Chuuya sobresaltarse. No porque se hubiera asustado, sino más bien porque el sonido lo había sorprendido.
Rápidamente pensó una explicación lógica al sonido: un vecino lo hizo. Así que Chuuya ignoró el sonido y decidió centrarse en encontrar al intruso de su casa.
Entró a su habitación y miró toda la escena frente a él. No había manera de que alguien hubiera tomado toda su ropa y la hubiera tirado al suelo haciendo un camino desde el baño hasta la habitación, y que además hubiera ordenado toda la ropa de forma que no quedara ni un solo espacio libre de ropa en el suelo.
Chuuya comenzó a recoger sus cosas cuando de repente escuchó el sonido de cristales rompiéndose en su casa. Rápidamente corrió hacia donde escuchó el sonido, dispuesto a perseguir al intruso.
Pero cuando llegó encontró una imagen que a Chuuya le dolió mucho: todas sus botellas de vino estaban rotas en el suelo.
Chuuya rápidamente olvidó al intruso y se lamentó la pérdida de tantas buenas botellas.
Estaba en medio de su sufrimiento cuando escuchó nuevamente el timbre sonando desesperadamente.
-Muy bien, definitivamente te mataré, maldito idiota.
Abrió la puerta de su casa y encontró a su vecino mirándolo preocupado.
-Nakahara-san, es más de media noche, ¿por qué hay tanto ruido en su casa? Escuché unos cristales romperse, ¿está bien?
Chuuya lo miró detenidamente. Su primer instinto le decía que debía enfurecerse con ese hombre. Pero también sabía que él no era el culpable de todo lo que estaba sucediendo en su casa.
-Lo lamento, pronto me encargaré de esa maldita molestia.
-...bien.
El hombre no insistió ni preguntó más. Se había armado de valor para ir ver a Chuuya y preguntarle sobre el ruido, pero incluso ahora tenía miedo. Sabía que su vecino era un miembro de la Port Mafia, no se atrevería a hacerlo enojar.
Justo antes de cerrar la puerta, de repente la toalla que llevaba atada a la cintura se cayó, como si alguien la hubiera jalado.
El vecino rápidamente fingió no ver nada y huyó del lugar rápidamente, antes de que Chuuya tuviera tiempo de decir o hacer algo.

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Un molesto fantasma (Soukoku)
FanfictionChuuya descubre que hay un fantasma en su casa, y ese fantasma no es otro que el bastardo de Dazai. Intenta ignorarlo y deshacerse de él pero todo es inútil, tendrá que ayudarlo o acostumbrarse a su presencia.