Final

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No le costó mucho encontrar a los inconfundibles Mellizos Lee

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No le costó mucho encontrar a los inconfundibles Mellizos Lee. Y no fue precisamente por su atractivo, sino porque no era fácil perderlos cuando Jeongin estaba encima de una mesa acostado, tratando de cantar what is love -tratando y fallando-, mientras que seungmin y otro chico con pinta de mesero sostenían a Minho, con los brazos del castaño alrededor de sus hombros. Minho reía y gritaba incoherencias mientras los otros dos intentaban con todo mantenerlo de pie a pesar de sus piernas de gelatina.

Incluso viéndolo borracho e inútil, Hyunjin no podía evitar sonreír enormemente. Las mejillas de Minho estaban sonrojadas por el alcohol, su cabello alborotado y, puede que no fuera muy atractivo para el mundo promedio, pero a Hyunjin le fascinaba escuchar sus alaridos bobos y graciosos. Le recordaba por qué lo había elegido a él entre tantas personas para ser su persona favorita.

¿De verdad era tan importante el sentir algo más allá de eso? Seria muy hipócrita de su parte decir que desearía no tener a Minho de mejor amigo. Hyunjin no podía arrepentirse de ninguna de las cosas que él y ese indeliberado castaño habían hecho. Y si para seguir teniéndolo a su lado debía tragarse esos absurdos sentimientos en lo más profundo de su garganta, pues que así fuera.

Ah, qué estúpido es el amor.

- ¿Uhm? ¡Woah, mira Minho, es Hyunjin! - Jeongin, que en algún momento había llevado su vista hacia él, exclamó maravillado.

Hyunjin alzó una ceja. Okay, sin dudas estaba el triple de ebrio que hace rato.

Llevó sus ojos hacia Minho. El de castaño lo observaba desorientado, como si no tuviera sentido alguno que Hyunjin se encontrara alli.

Hyunjin sonrió tranquilamente, fingiendo que no le sudaban las palmas de las manos. Caminó hacia allí, y cuando Minho captó que no era un espejismo se lanzó hacía él, rodeándolo por el cuello con los brazos.

- ¡Hynnnniee! - exclamó, haciendo que Hyunjin alejara un poco su cabeza.

- No me grites, Honnie - dijo suavemente, aplicando los apodos que al borracho Minho le gustaban.

- Ya estoy aquí.

- ¡Tardaste siglos, Hyunjin! - seungmin bufó, viéndose completamente enojado.

- ¡No vuelvo a hacer de niñera con estos dos pendejos, así que procura hacer bien tu trabajo de marido y cuidar a tu nudista oxigenado!

- ¡Te dije que no soy oxigenado! No sé qué significa, pero suena feo y no lo soy - Minho hizo un puchero, ocultando medio rostro en el cuello de Hyunjin.

Hyunjin trató de aparentar serenidad, pero era sumamente dificil teniendo la respiración de Minho en su cuello. Le dedicó una sonrisa a seungmin.

- Prometo que te compensaré esto, gracias por mantenerlo a salvo. -  dijo acomodando a Minho, tomándolo de la cintura.

- ¿Puedes sacar a Jeongin tú solo?

Seungmin cruzó los brazos sobre el pecho y arqueó una ceja con arrogancia.

EZTRECHEZ ( Hyunho )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora