27/abr/21

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Tras una trágica pausa debida a fallos técnicos, aquí estamos de nuevo.

Justo saliendo de la sesión llamó mi mamá. Le contestó mi hermano. Mamá quería hablar conmigo y no le quise contestar el teléfono. Creo que se enojó.

Vamos, simplemente sentí que al tratar de dirigirle la palabra iba a llorar patéticamente a través del altavoz, y no me daban ganas de que mamá escuchara eso, así que no quise tomar el celular. En fin, volvió a llamar después para avisarme del anuncio de la universidad, y de paso preguntar "¿cómo me fue?"; aproveché para explicarle a medias la dinámica de todo esto del psicólogo, dado que, en caso de que no lo sepa, la primera sesión, como el arranque repentino, malobrado, y obviamente en secreto, para ella jamás existió.

De hecho, me arrepiento de haberle dicho. Sólo quería el maldito permiso; cuando le platiqué a mis amigas al respecto, sugirieron que lo mejor sería explicarle la verdad, puesto que si se enterara por otra parte, sería mucho peor. Ahora me cuestiono si ese "peor" habría sido peor que este peor. Pero al menos cuando llamó no se oía enojada, eso ya es algo. Diría que incluso se siente mal; ahora parece que cree que me cuento con chicas abusadas o drogadictos destrozados por su adicción. No quería preocuparla. Punto menos para la honestidad. Pero ya está hecho, así que...

Pienso en lo que pasó en la sesión. Hay demasiadas cosas que no entiendo. ¿Por qué me puse a llorar así? ¿Y qué se supone que haga al respecto? ¿Cómo se supone que debería ser un infante? ¿Yo estaba bien, o desde antes algo andaba mal? Que, vamos, no es como que tenga alguna enfermedad terminal (o al menos aún no estoy al tanto), pero aun así es difícil.

En primer lugar ¿qué diablos pretendo queriendo ir a un psicólogo? Sé que no es una pregunta nueva, pero, si lo ponemos así, el dinero usado en eso se pierde por mi culpa dado que no me sale de la cola hablar con mamá; mi hermano también ha mencionado que no suelo conversar con él, a pesar de que él habla mucho.

Mi teoría es que ambos tienen la peculiaridad de anteponer como prioridad lo que desean comunicar que lo que otros quieren compartir; sí, sí, no es como que yo lo haga mucho. ¿Por qué soy así, en primer lugar? Solía pensar que eso estaba bien, pero de pronto presiento que quizá no lo sea tanto; que, también, sólo es con ellos. Según yo soy bastante abierta con mis amigos...según yo. ¿Simple deseo de privacidad o pura cobardía? Quién sabe.

En fin. Pensaba que todos eran como mamá y Yahir (mi hermano). Fue cuando salí a conseguir la hombrera para mi violín que, tras hablar con el taxista y un sujeto con una guitarra eléctrica y un perro que se estaba peleando con su amplificador, que se me ocurrió que quizá sólo son ellos, y no toda la humanidad. Resultó que ambos sujetos resultaron ser muy amables, y la conversación con ambos se dio como creo que debería ser siempre: ambas partes comparten información y la reciben con legítimo interés.

Es gracioso, pero no es algo que tenga yo el derecho de decir. Resulta que la escucha activa no se me da (tampoco la charla, al parecer, aunque según yo no estoy tan mal en ninguno de los dos aspectos). En un inicio, era el ideal que tenía en mente cuando pensé en lo del psicólogo: poder abrirme como es debido con un extraño justamente porque es extraño, y, si tengo suerte, descubrir alguna solución.

¿Solución a qué? No tengo esquizofrenia, depresión o algún trastorno de personalidad...según yo. El punto es que, objetivamente hablando, no hay nada grave por solucionar, ¿o sí? Dicen que todos tenemos un problema psicológico en cierto grado, así que supongo que no lo puedo descartar.

Al final, quién está escribiendo esto es un mozalbete sin madurez y torpe para las relaciones en general. Puede que, el hecho de que pueda expresarme en texto mil veces mejor que con palabras lo demuestra. Me han dicho que para mi edad soy bastante madura, pero no me lo trago.

¿Qué si puedo escribir bien? ¿Si tengo facilidad para la música o el dibujo? Si me suicido mañana, nada de eso importaría. Aún si quisiera hacerlo todo en este mundo, esos deseos no tendrían valor. Nadie sabría para qué soy buena o para qué no. Aunque muriera en 80 años, cosa que dudo mucho, en realidad no importa. La única diferencia es que entonces habría pasado por el tiempo necesario para hacer algo productivo; claro que, si lo hago o no, es otro asunto.

Por supuesto que nadie puede definir lo que es algo "productivo". Ya sea ganar un premio nobel, tener una familia, enseñar en una escuela de quinta o poder salir a caminar sin miedo a equivocarme; supongo que todas ellas contarían como actos de provecho, y le darían valor a una vida que, al menos en este momento, encuentro difícil de ver.

Un día podré ser el más entusiasta del mundo (también pudiéndoseme llamar idealista, soñador o meramente iluso) y ver un futuro lindo con estabilidad económica, un gato, y tomando clases de piano. Pero al amanecer, sin motivo evidente, estaría cuestionándome por qué estoy siquiera aquí, o cuál es el valor de mi presencia. Sí, sí, ya lo sé, objetivamente hablando nada ni nadie tiene valor más allá del que uno decida darse. ¿Esos pensamientos son también culpa mía por alejarme de la religión? Todo sería más fácil si siguiera creyendo, pero supongo que eso ya no tiene remedio.

Me imagino que ambos son espectros comunes del ser humano. Si es el caso, ¿se supone que sólo me resigne y acostumbre a ellos?

También pienso en mi niñez. Mamá y papá dicen que hacía cosas comunes de niños, como esconderse de las visitas, cantar y hacer reír (también dicen que era tímido y callado, ¿eso alguna vez se fue? Pareciera que sí, pero, pienso en todas las veces en las que me encuentro en ambientes nuevos y en la penosa necesidad de entablar conversaciones decentes y parece que no). Mamá a veces dice que soy buena persona, y a veces que soy todo lo contrario. No puedo culparla, supongo que se debe al humor que tiene en el momento, pero ¿cuál es la verdad entonces? Dicen que en realidad no existe gente buena ni mala, sino sólo personas que a veces cometen errores y a veces ejecutan actos de bondad. Si entiendo eso, ¿por qué me apura tanto? Quizá debería hacerme presidente, ser fuente de memes, nadar en dinero, y recibir un par de balazos a la primera señal de interés genuino por el país.

Tengo sueño.

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⏰ Última actualización: May 23 ⏰

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