Porque aquella luz que tanto me iluminó, en alguno momento me cegó.
Las flores que con tanto amor yo cuidé, en unos días se marchito.
A quien mis más grandes sueños le conté . . .
Un día simplemente se marcho.
Y ahora me siento a la deriva
metida dentro de mis fantasias.
Porque en ellas comencé a buscar
un lugar en dónde me pudiese refugiar.
Pero a pesar de contarme mis mejores historias.
Nadie la escuchará
Nadie comentará
Simplemente todas aquellas palabras quedarán dispersas y atascadas en mi propia tempestad.
- BS.
