Prólogo

32 1 0
                                    

El tiempo, las personas siempre creen que tienen tiempo, que pueden hacer las cosas después o que pueden volver a iniciar en un parpadeó.

Pero hay alguien que no comparte ese pensamiento, una persona que siempre le ha gustado destacar, hacer todo lo que esté a su alcance para lograr sus objetivos lo más pronto posible sin tener que dudar.

-¡Holaaa a todos!-saludaba aquel chico castaño subido sobre una mesa dentro de una cantina del pueblo central de Danea.

-¿Cómo queda un mago después de comer?... Magordito- reía mientras que sus amigos carcajeaban cubriendo sus bocas.

-He Juanito que tal si mejor nos sacas este gordito.-bromeaba,subía y bajaba las cejas aquel chico de mecha amarilla.

-Que tal si te bajas de hay y dejas de hacer el payaso- Decía Elisa en un tono molesto.

En segundo se escucha un estruendo de la parte de atrás de la cantina.

-Por nuestros dioses Juan,que pedazo de bomba atómica te has tirado- Hablaba Auron mientras se cubría la nariz.

-Juro que yo no fuí- Respondía mientras balbuceaba.

De al fondo viene corriendo un chico de pelo negro y blanco con botellas en la mano.

-¿Pero qué haces mocoso del diablo?-le gritaba Auron.

-¡Corran!- pasaba del lado de Elisa dirigiéndose al otro extremo de la cantina,que era donde estaba la salida.

Mientras que Elisa, Juan y Auron se quedaban inmóviles tratando de procesar lo que había pasado.

-No sé si es una buena pregunta pero de que tenemos que correr- Pregunto el castaño.

Escuchan un ruido y ven a dos hombres sudando y con una respiración agitada.

Apenas los ven los fulminan con la mirada y comienzan a acercarse a ellos.

-Algo me dice que de ellos- Chasqueo la lengua la chica de pelo naranja.

-Pero corre Juanito- Decía el más alto, jalando de la manos al antes nombrado haciendo que bajara de la mesa.

-¡Haaa!- Un pequeño grito salió de el chico que antes estaba haciendo todo un espectáculo.

El de mecha naranja vio al castaño en el suelo gracias a qué usó demasiada fuerza para bajarlo de la mesa.

-Es que eres subnormal, el cerebro lo tienes de adorno, ahora tienes el culo roto- Le dijo al castaño mientras evitaba reír.

-Pero si fue tu culpa- el pelo café lo tomo de la mano obligándolo a correr con el.

Mientras corría pensaba:

"Cómo se supone que llegué aquí"

Un Mundo Con Límites ~spruan~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora