Impar / MinaYeon

7

"Entonces…" Comenzó Dahyun.

"Entonces…" Continuó Mina, y su ojo tembló nerviosamente.

"¿Quieres hablar sobre lo que pasó?"

Para mostrar su paciencia, la menor se reclinó en su silla y cruzó las manos. No iba a obligar a Mina a hacer nada que no quisiera. Su trabajo era escuchar.

La mujer más mayor se rascó el cuello por un segundo. "Eh. Sí. ¿Qué dije de nuevo? ¿En los mensajes de voz?"

"En realidad no capté mucho entre tus, ya sabes, sollozos, excepto una mezcla de bar, Tzuyu y traer a Nayeon a casa."

La mirada de Mina se fijó en el árbol fuera de la ventana de la cocina, con el ceño fruncido ante los frescos recuerdos. "Oh, claro..."

"¿Por qué no me lo cuentas desde el principio? Si quieres, por supuesto." Sugirió Dahyun, y se levantó para sacar agua del refrigerador. De pronto le sería más fácil hablar así, sin sentirse observada.

Y ayudó.

"Está bien… Uh, tuve una sensación extraña toda la noche, como si algo fuera a pasar. Así que dejé mi teléfono en alto volumen cuando me fui a dormir." Comenzó la pelinegra, mirando las ramas desnudas susurrar con el viento. "Es aleatorio, lo sé. Pero era como si pudiera sentir que algo estaba pasando con Nayeon. He sentido lo mismo por un tiempo. Te hablé de eso, ¿verdad?"

Dahyun tarareó, cerrando el refrigerador con la cadera mientras recordaba sus conversaciones anteriores en la misma mesa de la cocina, que fueron bastante unilaterales.

"Sí, entonces, de todos modos. Resulta que tenía razón, porque me llamó una bartender, Sana. Ella quería que viniera y trajera a Nayeon a casa porque…"

Mina hizo una pausa, incómoda. Sus manos se movieron para jugar con el dobladillo de la camisa que llevaba.

"¿Porque…?" Preguntó Dahyun. Se sentó de nuevo y reemplazó la botella vacía sobre la mesa por una llena. El tintineo de los dos vasos fue el único sonido en la habitación durante un largo momento, seguido de una temblorosa exhalación. Mina comenzó a rascarse las uñas.

"Estaba realmente borracha. Demasiada borracha para estar sola. Y sé que dije que nunca haría algo así, pero nadie pudo recogerla y a ella no le quedaba dinero, así que yo..."

Su breve perorata fue interrumpida por Dahyun levantando tranquilamente su mano. Los ojos de Mina temblaban. Esto era algo enorme para ella, y la forma en que se tropezaba con sus palabras la preocupaba.

"Está bien, Mina. Entiendo perfectamente. Sigue."

Después de un gran trago, continuó. Dahyun agarró la botella. A partir de entonces, todo se le escapó.

"Así que sí. Conduje hasta el bar para recogerla. Al principio no quería, pero algo en la llamada de Sana me hizo levantarme de la cama. Tenía razón, porque Nayeon se veía horrible y como si no pudiera ser peor, Tzuyu apareció de repente allí, porque por alguna razón la bartender es su novia y me preguntó por qué faltaba a la práctica y no cedió cuando intenté evitarla. Y no puedes imaginar lo que se siente cuando tu capitán te llama la atención por algo así cuando la razón está justo a tu lado, así que le dije que volveré hoy para hacerla callar aunque no lo sé. No tengo ganas, pero ahora tengo que ir porque se lo prometí y..."

"Oye, oye, oye, baja un poco el ritmo, ¿vale?"

Con cautela, la menor empujó hacia ella un vaso lleno de agua. Realmente no quería que hiperventilara en ese momento.

Mina asintió y tomó un sorbo, finalmente un poco menos nerviosa, lo suficiente como para hablar normalmente.

Pasó los siguientes minutos explicándole a Dahyun lo que pasó, en detalle. Sin embargo, hacia el final, su voz volvió a cambiar de tono, demasiado involucrada emocionalmente en lo que su cabeza estaba recreando.