Aizawa x Shinso

capitulo 15

En un apartamento a mitad de la ciudad se encontraba joker mirándose al espejo poniéndome un labial rojo que combinaba con el vestido corto y ajustado que se avía puesto se estaba preparando para ir con Aizawa sabía que se abia encariñado con el pequeño pero que el separarse de el daba la excusa perfecta para hundirse en alcohol y conociendo lo debería estar en su bar favorito, solo iria alla lo seduciría y pasaría una noche increíble. Pobre estúpida no sabe la sorpresa que le espera

Aizawa estaba en la casa de Shisaky contándole sus problemas amorosos a la pequeña Eri mientras ambos se tomaban un baso de leche con chocolate tan sobrio como el día que nació, estaba en su sala de juegos sentado en la pequeña mesa de te con "como yo nadie te a amado" de fondo, ya era de tarde y Eri abia acabado sus deberes entonces solo estaba ahi escuchando lo que le decía el mayor

—y después vine aquí, pero quiero estar allá con el —comento con la cabeza en la mesa—aun que no me lo merezco—

— tío Aizawa ustedes ni siquiera avían empezado una relación formal —dijo dándole palmaditas en la espalda — sabes que tienes que hacer, tienes que hablar con el ve a decirle como te sientes por qué se nota que de verdad lo amas —

—lo se— levanto la cabeza— nunca me avía sentido tan mal con una... Bueno ni se lo que es, pero el no quiere hablar conmigo joker le dijo que yo mate a sus padres y es un tema delicado para el apenas a pasado como uno o dos años de eso y tiene a su hermana pero ella no vive con el y está embarazada pero no quiero que me grite y algo le pase al bebé por qué no me lo perdonaría—

—AY ESA MALDITA ZORRA!!!!—dijo la pequeña enfurecida odiaba a morir a esa mujer

—ERI!!! NO DIGAS ESAS PALABRAS —grito su padre desde la cosina

—LO SIENTO PAPA ES QUE ME ENFURECE — grito de vuelta— mira tío lo que veo mejor en este caso es que por hoy duermas y descanses ya mañana en la mañana vas a hablar con ella y ella que hable con el señor Hitoshi —tomo su cara con ambas manos— estoy segura de que todo se arreglará

—gracias peque—

Ambos se dieron un abrazo ya después de un rato Aizawa se fue y Eri subió a su cuarto se puso un gaban, un sombrero, unas gafas de sol y sus botitas para lluvia. Mejor dicho era una pequeña espía, vallan por la palomitas que están a punto de ver a una de las mejores espías en su campo

Bajo las escaleras y tomo el celular de su tío y llamo a Kirishima, le dijo que se verían en 20 minutos en la carrera principal para llegar a su casa y Kirishima solo pensó por qué no, paso por la cosina dónde aún estaban ambos hombres hablando y le dijo a su papá

—ya vengo papi voy a la misión más importante de toda mi carrera—dijo completamente sería

—llevas tus botas de lluvia cariño —

—claro que shi— dijo sería todavía

Y salió de la casa con la bendición de su padre exactamente le tomaba 15 minutos llegar al punto de encuentro con Kirishima, cuando el auto llegó ella se subió en el asiento de copiloto y Kirishima le pregunto

—no estás muy pequeña para ser una espía y aún peor estar aqui—

— no preguntes y conduce a tu casa necesito hablar con tu esposa —dojo sería de nuevo

Kirishima solo rio un poco estos niños y sus juegos raros, se preguntarán como es que Kirishima la recogió y llevo pues Eri es bastante conocida en la ciudad por su lindura y sus grandes ojos también por qué era una gran amiga de Mina entonces no vio raro el que fuera de visita a su casa. Al llegar Kirishima se bajó y le abrió la puerta a la pequeña no para ayudarla a bajar ya en la casa saludo alegre a la pelirosa

—Eri corazón por qué no me dijiste que vendrías... Es que no es el mejor momento —dijo con una sonrisa algo apenada

—tranquila que para eso vengo, necesito que le digas a Shinso que Aizawa no hizo nada malo y tengo pruebas —

—Eri? Que haces aquí? Y tú papá sabe?—Aparicio un muy ojeroso Shinso

—conTigo tengo que hablar—dijo con su pose dramatica

—Eri... No ahí nada que puedas decir que me aga cambiar de opinión o por lo menos no ahora —

—es imposible que mi tío allá echo tan cosa y te lo voy a demostrar, y sabes por qué estoy tan segura y lo se. Pero primero vallamos a la sala me a tomar te—

Los tres adultos siguieron a la pequeña, todos creían que era un juego de ella o algo así pero lo que no sabían es que el día de los asesinatos también fueron a por ellos  ya que los Shisaky solo son ella y su papá y quien precisamente estaba jugando con ella ese día era Aizawa entonces era imposible que estubiera en don lugares al mismo tiempo, no importa que Eri tenga 6 años es la niña mas lista del mundo y de eso no ahi duda. Ya sentados y Eri comiendo una galleta empezó a hablar

—el dio de la masacre —mordisco— yo está jugando con mi tío Aizawa —mordisco— cuando llegó un infeliz a tratar de matarnos a nosostros tres y pues solo voy a decir que a mí papi y mi tío no les gustó que tratan de hacerme algo— mordisco— de que están echas estás galletas? están deliciosas—

— de casualidad no recuerdas si tenía un símbolo como de fuego en el hombro izquierdo?—dijo el pelimorado

— de echo si lo teni ¿por que? —cogió
Otra galleta

En ese momento todo en la mente Shinso encajo a la perfección no lo avía encontrado por qué ya lo avían matado y no era Aizawa ahora sí se sentía estúpido por creerle a esa zorra necesitaba arreglar las cosas lo antes posible si es que se podía arreglar

—tengo que arreglar todo — y salió corriendo a tomar un baño y a vestirse

—y así se arregla una pareja —mordisco — no me das la receta Mina

Los dos adultos en la sala quedaron sorprendidos en parte por qué una niña de 6 años acababa de hacer lo que ellos no pudieron en todo el día, ¿Irreal? Bastante de echo, era como si el destino trabajará con la pequeña para arreglar todo, en eso Eri acabó su galleta y le dijo a Mina que si le prestaba su celular un momento

—cla-aro—y se lo dió

—gracias— y marco el número de Aizawa

—ho-ola—

—hoka tío cómo estás — se escuchó su tono alegre

—estas en la casa de Mina? Ya vienen a matarme verdad?—

— no tío tonto Shinso me va a llevar a casa entonces tienes una media hora para estar decente y bañarte te veo en la casa adiós—

Colgó y devolvió el celular para tomar otra galletas mientras esperaba