Entre pétalos y sangre [Radioapple]

capitulo 2

Pasaron varios sin que pudieran saber que paso con Charlie allá arriba y aunque la chica ya había logrado salir de su shock inicial, se negaban a salir de su habitación o interactuar con los demás residentes del hotel.

Todos estaban preocupados, habían intentado de todo para hacerla salir, pero había sido en vano así que decidieron darle un tiempo a la joven para poder asimilarlo todo, no podían hacer otra cosa ya que el obligarla a hablar simplemente empeoraría las cosas.

Aunque Alastor y Lucifer parecía ser la excepción, pues la chica les permitía el ingresar y hasta quedarse un tiempo en su habitación.

Cada uno intento consolarla a su manera, Alastor con su repulsión al contacto físico opto por palabras de aliento, pequeñas platicas -aunque la chica apenas y responderá con monosílabos- una que otra palmadita en su espalda o simplemente sentándose a su lado con una melodía de jazz como acompañamiento; Lucifer por su parte no era muy bueno con las palabras, pero llenaba a su hija de mimos y abrazos para tratar de hacerla sentir mejor, le enseñaba sus nuevos patitos o hacer algún pequeño truco para intentar sacarle una sonrisa a su hija.

Por eso ellos fueron encargados de llevarle alimentos a la joven y acompañarla para que no estuviera todo el día en completa soledad, esto habría sido tarea de Vaggie, ya que al ser su pareja era la más cercana a la Morningstar pero cada que Charlie la veía comenzaba a disculparse sin parar y a entrar en una especie de crisis, por lo que la ex exorcista tuvo que resignarse a dejar en manos de otros el cuidado de su novia y dormir en la habitación continua por el momento, claro que siempre estaba al pendiente por si algo pasaba.

Durante esos días Alastor, Vaggie y Lucifer tuvieron que encargarse de las labores del hotel, con su victoria aun reciente no faltaban las solicitudes de entrevistas, notas en los periódicos o uno que otro pecador curioso que llegaba al hotel, todos solicitando detalles de la pelea y saber si había alguna respuesta del cielo ante esto. No se daban abasto suficiente, habían logrado evitar las solicitudes hasta ahora, pero era solo cuestión de tiempo antes de que tuvieran que responder como se debe, pero para eso primero debían hablar con Charlie.

Contaban ya con algunos residentes y eso era bueno, unos solo buscaban refugio ya que la mitad del pentagrama seguía en completa ruina, pero había otros que parecían genuinamente interesados en intentar la redención, y si bien las actividades y hospitalidad no eran su fuerte hacia todo lo posible por ayudar.

Tuvo bastantes problemas al principio -por cierto, demonio rojo que criticaba cada cosa que el proponía o hacia- pero pudieron hacerlo funcionar, seguían discutiendo bastante pero habían logrado llegar a pequeños acuerdos, tener una pequeña conversación decente sin mandarse a la mierda o terminar arrojándose al otro lado del edificio, incluso habían logrado compartir mesa a la hora de la cena sin tener algún altercado y eso solo había sido posible después de varios regaños que duraron horas por parte de Vaggie sobre la cooperación y la importancia de esto para su hija, además de sus constantes amenazas, y cielos que esa chica cuando se lo poponía daba miedo.

Las noches para el seguían siendo largas, el agotamiento mental le pasaba factura, y al estar en la soledad de su habitación no podía evitar sobre pensar las cosas, pero por lo menos había logrado conciliar el sueño gracias a las canciones del demonio radiofonico -algo que jamás admitiría en voz alta- había algo en su voz que lo arrullaba y alejaba las pesadillas de su mente.

Hoy especialmente había sobrepasado sus límites cuando a la puerta del hotel llegaron cientos de demonios, todos apuntándole con cámaras y acercando sus micrófonos hasta casi chocar con su rostro, no supo que hacer, eran demasiados ojos sobre él y las muchas voces hablando al mismo tiempo solo lograron aturdirlo; comenzaba a temblar y estuvo a punto de huir cuando una sombra se posó debajo suyo y a los segundos Alastor se materializo, bloqueándolo de la vista de los pecadores. Vaggie puso una mano en su hombro y se lo llevo de ahí, dejando que el overlord se hiciera cargo de los periodistas.