La agonía de un escritor resignado.

Atrapado en un novela de amor.

Presentación:
Los días de alegría, algarabía, locura, desenfreno, preocupación, palabras, besos, abrazos, halagos, temores, planes, miradas parecen haberse consumado por completo.

Hace unos meses atrás, ocho para ser exactos o quien sabe y más. Desperté muy temprano, tenía una paz y tranquilidad en mi, que pocas veces las había experimentado en toda mi vida. Reía hasta por cosas que antes me hacían tiritar de cólera a tal punto de soltar una infinidad de sandeces en contra de cualquier signo o consecuente de vida.

Todos los de mi alrededor me preguntaban. ¿Por qué tan feliz? ¿Te ganaste la lotería o que? o en tono coloquial, ¿te ha picado una araña o lo qué? Yo, muy aferrado a la sonrisa que generaba la felicidad que tenía aquel día, les respondía.
- Hoy tengo ganas de joderlas.

Pero todo empezó tan sólo un poco antes de ayer.