Gótico IV Seduccion Astral

Cap. 35: \"¡Cuanto descaro! \"

¡¡¡No las iba a dejar a medias!!!

Si, bueno, los mordisqueos de Silene eran infernales, el modo en que serpenteaba por su pálida piel no era para menos, era maravilloso para ella descubrir que pese a su apariencia delgada, bajo sus ropas mostraba un cuerpo delineado, delicioso y de músculos firmes y poderosos, ella gozó recorrerlo de arriba abajo, salivarlo por completo, probar su piel salina y entretenerse el algunos sitios por donde lo hacía gozar mucho más, Luken estaba en la gloria, cumpliendo sus más grande deseo desde que la había visto por primera vez.

Ella se movía como un felino, se deslizaba por los pasillos de la escuela como una tigresa, meneaba su cuerpo esbelto, alto y frágil, pero con piernas firmes y buenos músculos, un pecho generoso, un cabellera oscura que contrastaba con su pálida piel, jamás Silene se imaginó que ese muchacho al que le llevaba centurias de años, pudiera hacerla caer en ese laberinto de pasión tan insistente y vertiginoso, un hechicero cualquiera, un niño aún, porque aunque ella pareciera estar saliendo de la adolescencia, tenía cientos de años tras su haber...

Pero ahí estaba, recorriendo esa piel de porcelana que la estaba volviendo loca, Luken solo cerraba los ojos y gemía delicadamente, mientras que las manos, los labios de Silene hacían lo suyo, ella le mostraba cómo, cuándo, por donde y porqué, claro, no es que el muchacho no supiera, pero con la mínima experiencia a veces se sentía cohibido, sin embargo ella le estaba ayudando, volviéndolo loco por su desnudez y su cuerpo perfecto, el comenzaba ya a participar y gozar de su cuerpo de modo salvaje.

Pero claro que Silene llevaba la batuta de mando, la que prácticamente lo poseía haciéndose de cuerpo, moviéndose sinuosamente, demostrándole a Luken que su espera había valido la pena, que el gozo que sentía en ese momento no lo iba a sentir con ninguna más, los dos se enredaban perfectamente, sus cuerpos se sincronizaban, la entrega era absoluta y apasionada, ya ni siquiera se preocupaban si los hermanitos de Luken despertaban, claro, estaban bastante alejada de la sala y de sus jadeos, de azotarse contra el sillón y entregarse uno al otro sin importar las consecuencias.

Sucedieron dos cosas, una buena, otra mala... la buena es que los hermanitos de Luken no se dieron cuenta, la mala es que Silene se lo comió al terminar el apareamiento... ¡Ah! No, eso no... si se lo comió, pero de otra manera, la mala es que cuando estaban retozando en la sala, satisfechos y cansaditos después de tan exhaustiva labor, la puerta se abrió de golpe y los dos tortolitos no reaccionaron enseguida, con tanto derroche de energía sexual pues fue evidente que se gasta mucha energía en esos menesteres, se quedaron pálidos y petrificados.

Claro, la sala estaba a un costado de la espaciosa estancia y Hermione fue la primera en verlos en el suelo y abrió sus ojotes como nunca y emitió un chillido, Luken se puso de pie como pudo y se tapó pudorosamente sus cositas, ni tiempo de vestirse, Silene se escondió tras él intentando jalar sus ropitas, mientras se mordía los labios, esperaba que entre todos no la fueran a linchar, Draco estaba sorprendido, Harry y Cedric hicieron su graciosa huida junto con su prole, jaloneando a sus hijos pa que no vieran indecencias (Aja)

Astra y Narcisa estaban boquiabiertos (Scorpius seguía castigado en Saint City) no porque no supieran que a Luken le gustaba Silene, sino por el hecho de que no hubieran pensado nunca que ella le correspondiera, se decía que ella era muy especial en sus relaciones con otras criaturas, su temperamento no era el que sus padres, un sátiro y una ninfa, Astra de inmediato le tapó los ojos a Cissy no viera las miserias de Luk aunque fueran hermanitos (Bueno, Silene se dio vuelo con esas indecencias que no eran precisamente miserables)

-Niñas, vayan a ver a sus hermanitos a los que Luk ha descuidado - Espetó Hermione y las niñas se alejaron aguantándose la risa - Vístanse - Ordenó Hermy a la pareja y se escabulló un momento con Draco, quien no decía nada, un par de minutos aparecieron de nuevo y ellos estaban terminándose de vestir