INSECT LOVE

01

Seungmin era un chico que siempre se porto bien, cuando su madre falleció y supo que tres años después de la muerte de su madre, su padre se casaría con otro hombre, no interfirió, al contrario lo apoyo y no demostró ninguna inconformidad, al contrario le gustaba saber que su padre tenia esa confianza para poder decirle todos sus planes.

Hwang Hyunjin era su padre, el mas cariñoso, amable y protector que había conocido. Y se había casado con Bang Felix, el hombre mas dulce y amable que había conocido, siempre cuidaba de él y aunque a veces tenian algunas diferencias, el rubio siempre buscaba la comodidad de Seungmin.

Eran una familia del todo normal, siempre hacían cosas interesantes, iban a misa los domingos y cuidaban de un refugio de animales, Seungmin trabajaba ahí desde que tenia quince.

Gracias a la ayuda de sus padres entro a una buena universidad y seria un gran veterinario, cuidaba que todo fuera perfecto en su vida. Hasta que una noche escucho pelear a Felix y su padre.

Nunca peleaban, era algo que admiraba de ellos, eran una pareja muy perfecta y no tenian riñas casi nunca.

—No Felix, no dejare que tu hermano venga a vivir aquí. —Dijo Hyunjin mientras se cruzaba de brazos.

—Entiende que fue acusado injustamente, intente ayudarlo miles de veces y nunca me dejo, en verdad sentía que era su culpa...—Decía Felix mientras intentaba que su marido entrara en razón. Seungmin no entendía de que hablaban, ¿un hermano de Felix?

—Por que tal vez lo fue, Seungmin tiene la edad en la que tu hermano entro a ese lugar y no veo que Seungmin haga algo estúpido...—Felix sintió como su pecho se acelero.

—No justifico que Chan haya sido el hombre mas sano o con responsabilidad, pero sabia los limites de mi hermano. Hyunjin se que no quieres traerlo y se que estas en todo tu derecho, pero soy lo único que le queda, tu sabes que nuestros padres...ellos nos odian. —Susurro Felix mientras soltaba un suspiro. —Por favor, es lo único que me queda de familia, te prometo que se comportara, lo hare que sea responsable.

Hyunjin miro a su pareja y después surpiro, sabia que no podría jamás decirle que no a su esposo.

—Bien, pero quiero que se comporte, no quiero que vaya a lastimar a Seungmin.

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La mañana siguiente Hyunjin hablo con su hijo, le explico que tendrían una visita "temporal" que debía mantener su distancia, pero al mismo hacerlo sentir como en casa. Le explico que era el hermano de Felix y que salía de la cárcel debido a algo que sucedió en su pasado.

Entendía que tal vez el hombre había cambiado, o podría que no, no todos salen muy bien de prisión.

Seungmin asintió no trataría mal, y no juzgaría un libro por su portada, sabia que debía ser amable y respetuoso, así como Felix siempre había sido con él.

Su padre y él se pusieron acomodar la casa para poder sacar cajas que había en la habitación de huéspedes, no tenían demasiadas visitas. Felix había llegado en la tarde a terminar de acomodar las cosas y esperar a que el dia siguiente llegara para poder ir a recoger a su hermano.

—Espero y puedan estar aquí cuando llegue, se que no te agrada mucho esto, pero...—Hyunjin interrumpió a su esposo, tomando su mano.

—Felix aunque la idea no me agrada del todo, estaremos aquí, haremos sentir a tu hermano en casa. —Dijo el hombre mientras veía a su hijo asentir ante las palabras.

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El día siguiente Seungmin cerro temprano el refugio para llegar a tiempo de rescibir a su "tío" como lo había dicho Felix para que se sintiera parte de la familia. Caminaba tranquilo pensando en como seria el hermano de Felix, tal vez seria uno de esos chicos raros que salían con problemas, o tal vez alguien viejo y acabado.

Cuando llego a casa, noto que solo estaba su padre sentado esperando, dejo sus cosas en el perchero y se sento justo a lado de su padre. Esperando el sonido peculiar del auto de Felix, hasta que le esperando ruido apareció.

Seungmin jugueteaba con sus manos mientras escuchaba las llaves ser colocadas en la puerta y unas risas algo sutiles.

Hyunjin se levanto siendo seguido por su hijo, en ese momento Seungmin pudo ver al hermano de Felix.

No parecía alguien viejo, ni mucho menos raro, se veía muy... atractivo, su cuerpo se veía firme y tonificado. Sentía sus mejillas enrojecer por estar viendo de esa manera al hermano de su padrastro.

—Bueno este es mi hogar y esta es mi familia. —Dijo Felix adentrando a su hermano. —Mi esposo Hyunjin y su hijo Seungmin, que ahora también es como mi hijo.

Hyunjin sonrió y estiro su mano siendo aceptada por el hombre.

—Un placer conocerte Hyunjin, Felix siempre me hablo de ti, prometo no causarte problemas...—Dijo Chan con una sonrisa ladina, mostrando una dentadura perfecta y un par de hoyuelos.

—Espero y eso pase...—Contesto Hyunjin de manera inmediata. Se soltaron la mano, para entonces el hombre guiarla al joven que lo veía con curiosidad.

Seungmin sintió como era observado de una manera diferente, Seungmin no era muy listo en ver las dobles señales, pero juraría que ese hombre le estaba viendo de una manera no familiar.

—Un placer conocerte a ti también, sobrino. —Su voz fue algo mas ronca, cargada de algo diferente, algo que al parecer ni Hyunjin, ni Felix lograron captar mas que Seungmin, el cual trago grueso, viendo la sonrisa diabólica de Chan.

—El...El gusto es mio. —Dijo con voz temblorosa el muchacho. Un aplauso lo saco de su ensoñación Felix estaba feliz.

—Bueno calentare la cena, mientras Seungmin te enseña tu habitación. —Dijo el rubio mientras caminaba a la cocina, seguido de su marido. Chan alzo una ceja en dirección al muchacho y ese camino despacio pasando por enfrente del hombre, sintiendo un aura muy... pesada.

Camino por las escaleras, para ir hacia la habitación de huéspedes que justamente quedaba enfrente de la suya. Seungmin trago grueso y abrió la habitación, pues había sido seguido por el mayor, aunque parecía mantener su distancia, podía sentir como si le respirara en la nuca.

—Esta será tu habitación, Tio. —Hablo Seungmin con una voz baja. Chan rio roncamente.

—Sabes, no soy tu tío de verdad muchacho...—Seungmin no entendía aquellas palabras hasta que la sonrisa ladina del mayor se hizo presente. —Y me alegro mucho de eso.

Seungmin no sabia el problema en el que se había metido sin quererlo.