La ambición de Min Yoongi lo lleva hacia una chica que se convertiría en su perdición...
- ¿Ya no me amas?
-Mataste y rechazaste mi amor, ahora lo único que tendrás de mi será mi odio, y no descansare hasta verte tras las rejas o mejor aún, bajo tie...
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Deyanira Castillo •───────── ⚛ ─────────•
Los días transcurrían a la perfección, hoy era mi último día en Busan, y aquí me encontraba parada en medio de la habitación observando los vestidos tendidos en la cama, tratando de decidir cual era el mejor para ir al bar al que fui invitada por algunas chicas que estuvieron como jueces también.
Veo la hora en el reloj que rodea mi muñeca, eran exactamente las 7 de la noche, tenía un ahora para estar lista.
Tomo un vestido negro ajustado que me llega a la mitad de mis muslos y me lo pongo, acto seguido cepillo mi cabello y lo recogo en una cola alta, me maquillo un poco para después elegir un abrigo, tomo mi bolso y salgo de la habitación.
En el recibidor del hotel me encuentro a la chicas, después de saludarnos tomamos la limusina que habíamos contratado para hoy.
Al entrar al lugar lo primero que vemos es una pista de baile donde varias mujeres y hombres bailaban al ritmo de la música, varias mesas elegantes rodeaban esta.
—Iré a la barra por algo de beber, muero de ser —informo a las chicas.
—Okay, nosotras buscaremos una mesa —dice una de ellas viendo algún lugar libre —nos estaremos controlando.
Asiento con la cabeza y camino hacia la barra.
Min Yoongi •──────── ❆ ────────•
La noche era tranquila, sin nada de acción y entretenimiento. Las chicas que bailaban delante de mi no llamaban mi atención para pasar la noche con ellas, las que se encontraban sentadas en mis piernas me besaban el cuello mientras que mi vista se dirigía a la barra donde una mujer con un cuerpo voluminoso y cabello rubio yacía sentada ahí.
Aparto a las chicas para ver mejor su rostro. Mi impresión es grande al saber de quien se trataba.
—Vaya, vaya, pero que tenemos aquí —sonrío bebiendo un trago de whisky —a la mismísima Deyanira Castillo, me facilitas las cosas al estar aquí belleza —murmuró para mi tomando el último sorbo y me dirijo hacia ella.
Ella terminaba de beberse su xxxx y busca algo en su bolso.
—Yo invito —digo pagando antes de que ella lo haga.
Esta levanta la cabeza y frunce el seño.
—Gracias, pero no acostumbro a que alguien más pague mis cuentas —sonríe y vuelve a buscar.
Después de unos segundos ella cierra los ojos y suelta un largo suspiro.
