Ella es Ayano Aishi una chica de naturaleza extraña..... incapaz de sentir emociones....... Ella misma se describía como una muñeca, una muñeca rota y sin corazón. Incapaz de sentir.
Toda la familia Aishi tiene aquella condición ...... o al menos so...
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— Cariño, quita esa cara — dijo su madre en el asiento copiloto del auto —
Su padre manejaba a su nueva casa.
— No sé a qué te refieres mamá — dijo la chica de cabellos negros apoyando su cabeza contra la ventana del carro
Estaba lloviendo y el vapor se generó en la ventana. Ella trazó con sus dedos con una cara inexpresiva una cara en el cristal específicamente dibujo una cara feliz.
Siendo rápidamente borrada de nuevo. empañándose gracias a la lluvia.
— ¡Oh cariño! ¡No sabes lo feliz que me siento! — dijo aquella mujer de nombre Ryoba —
Su madre....
— Fue una buena idea vivir de nuevo en Japón. ¡Es como los viejos tiempos! ¿Lo recuerdas? Cuando solamente éramos estudiantes de la misma escuela. ¿No te encantaría volver a esos tiempos tan lindos? ¿Verdad cariño? — dijo Ryoba —
Ayano miró a su padre por el reflejo del espejo....
Si pudiera sentir o expresar algo se hubiera reído por la cara de su padre... era muy chistosa en ese momento.
Su padre no despegó los ojos de él camino pero ella pudo notar el leve temblor de su manos mientras sostenía el volante.
Su madre rápidamente lo sujetó del brazo libre que tenía abrazándolo.
— Verdad cariño — dijo con un tono brusco —
El la miró de reojo por unos segundo para volver a mirar el camino y con una sonrisa dijo:
— Por supuesto cariño. No sé cómo pude vivir sin ti en ese entonces — intentó agrandar su sonrisa —
Ella chilló en respuesta apretando su abrazo del brazo de su esposo apretando sus pechos contra la extremidad de su esposo.
— Entonces Yan-chan no estás emocionada por comenzar la escuela — dijo intentado hacer que su voz no temblara mirándola por el retrovisor — Se que será difícil adaptarse.... Quiero decir, nuevo idioma, nuevo país, nueva casa
— Supongo — dijo solamente —
— ¡Oh vamos cariño! No seas tan agua fiestas. Verás que la nueva casa es hermosa. Tu padre consiguió la misma en la que yo vivía cuando tenía tu edad. Pasamos tantos momentos memorables ahí o no cariño — dijo posando un mano en su mejilla mirando a su esposo con amor —
