Cien y un poemas.

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Escribí cien y un poemas,
En los cuales la musa principal;
Era una bella doncella,
De cabellos castaños y sonrisa celestial.

Escribí sobre amor,
Aunque poco lo sentí;
Escribí sobre dolor,
Cuando era lo único que habita en mí.
Escribí sobre odio;
Uno que nunca fue hacia ti,
Pero sobre todas las cosas,
Yo siempre por ti escribí.

Me llamaban poeta,
Escondido a oscuras;
Bajo una máscara,
Tan pesada como la lluvia.

Todo lo que observaba,
En palabras pintaba,
Incluso algo tan vanal;
Como tu amable mirar.

Adoraba el lenguaje,
Un arte sin más;
Puro en esencia,
Doloroso, cuando su flecha te logra alcanzar.

Y aún después de esto,
De tu alma llegar a soltar;
Mi versos siguen siendo,
Para un musa,
Sin rostro ni identidad.

Espejismos: Entre lo real y lo imaginario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora